_
_
_
_
_
Crítica:FERIA DE BILBAO | LA LIDIA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Tarde de equívocos

Tarde de equívocos de cabeza a rabo. Hace un mes, la Junta Administrativa de Vista Alegre daba ufana la noticia de que las Corridas Generales llevaban vendido el 70% de las entradas. Para cuando llegara la Semana Grande, aducían, todo sería coser y cantar. Parece que sí, pues no. El aforo de ayer no pasó de media entrada...

Los toros se presentaban como de Valdefresno. Quedaba confirmado en la tablilla anunciadora antes de cada clarín. Pues bien, tampoco era eso exactamente porque los toros primero y cuarto llevaban, por lo visto, el hierro de Mazas Fraile...

Un nuevo equívoco se fraguaba desde más lejos. Se trata de la pretensión de esculpir en arcilla verde un torero que tuviera señas de identidad catalana. Ese joven se llama Serafín Marín. Pero ese espigado torero desconoce cuáles son los fundamentos elementales del toreo. Una cosa es que le pueda salir aseadito un cambio de mano, un pase de pecho y hasta puede trazar varias manoletinas muy ajustadas, y otra es cimentar faena alguna con una carencia casi absoluta de buena argamasa. Es válido que en su fuero interno el joven diestro se diga a sí mismo que en una noche oscura es su corazón valiente el que le alumbra. Esas palabras pueden surtir efecto a la manera de un sueño; mas cuando enfrente se tiene a un toro que no sabe nada de los sueños de los hombres, ahí empieza su historia a resquebrajarse, a moverse, a hacer que los públicos perciban su impericia torera. La prueba estuvo en lo que aceció en la lidia del sexto de la tarde. Ya antes había mandado a la enfermería a un subalterno suyo, Rafael Pacheco, y a él estuvo a punto de llevárselo por delante. De hecho lo volteó de mala manera, saliendo ileso afortunadamente....

Valdefresno / Ferrera, Robleño, Marín

Toros de Valdefresno y 1º y 4º de Mazas Fraile: sin calidad, algunos con peligro. Antonio Ferrera: media ladeada y tres descabellos (ovación); pinchazo y bajonazo (silencio). Fernando Robleño: estocada desprendida y contraria, cinco descabellos (ovación); dos pinchazos -aviso-, pinchazo y descabello (aplausos). Serafín Marín: estocada delantera, tres descabellos (gran ovación); metisaca y desprendida (aplausos). El banderillero Rafael Pacheco fue atendido en la enfermería de una "cornada limpia por encima de la rodilla izquierda, que atraviesa la pierna; pronóstico reservado". Plaza de Vista Alegre, 2ª de feria, 17 de agosto, media entrada.

Más información
Hermoso y compañía
Seis formas de rejonear
Ganaron los 'victorinos'
Carrusel de orejas
Empate en torería

Lo de Antonio Ferrera entra dentro de la temporada deplorable que lleva. Vulgar en su primer toro y mal, rematadamente mal, en su segundo.

En el haber de Fernando Robleño hay que apuntar su valentía. En la faena del primer toro, toda ella tejida con la mano derecha, hay que puntualizar que a falta de calidad puso gran vibración. La res no servía, no obstante fue sacándole pases con sacarcorchos.

En el quinto de la tarde vimos tal vez lo más torero que se puede registrar. Y eso lo hizo el picador Manuel Molina. Recibió al toro de frente, poniéndole el palo en el sitio y aguantándole. En el segundo encuentro también lo hizo bien, mas no llegó a la altura de la primera vara prodigiosa. Desde el tendido alguien soltó una voz de aprobación : "¡Ya es hora de ver picar bien!".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_