CAOS EN EE UU Y CANADÁ
El noreste de Estados Unidos y el sur de Canadá sufrieron ayer uno de los apagones más graves de su historia. Nueva York, Cleveland, Detroit, Ottawa y Toronto fueron algunas de las ciudades completamente paralizadas: los aeropuertos dejaron de funcionar, los ferrocarriles se detuvieron en los túneles, los teléfonos callaron y millones de personas salieron a la calle, incomunicadas y sudorosas, para caminar o simplemente esperar. El Gobierno estadounidense atribuyó el desastre a algún tipo de fallo técnico en el gigantesco generador de Niágara-Mohawk y descartó, en principio, una acción terrorista.
AGENCIAS | Nueva York
Las autopistas de Nueva York se convirtieron en improvisadas aceras para los ciudadanos
CATÁSTROFE SOCIAL EN FRANCIA
La imagen lo explica casi todo: un camión de bomberos remoja con sus mangueras las paredes y los cristales de un hospital de París. Los servicios de urgencias de los hospitales, los primeros en denunciar que algo estaba ocurriendo, vieron, a partir de la noche del 6 al 7 de agosto, cómo cada vez eran más las personas de edad avanzada y con temperaturas superiores a 40,6º grados que les llegaban a sus recalentadas salas.
JEAN-MICHEL DUMAY | París
Los servicios de urgencia de la capital francesa se ven desbordados por los ingresos de ancianos afectados por golpes de calor
LA POSGUERRA DE IRAK
| Las condiciones de vida de la población
Tráfico caótico, inseguridad y cortes de luz en una ciudad en la que florecen los negocios prohibidos bajo Sadam
La polémica sobre las armas
El ministro británico de Defensa, Geoof Hoon, ignoró los consejos de sus más altos oficiales y exigió que David Kelly compareciera ante el Comité de Exteriores. El duro interrogatorio de los diputados, frente a las cámaras, incrementó el cerco que fue creándose en torno al científico a raíz del crítico reportaje de la BBC.
Los jueces federales argentinos, acusados en los últimos años de someterse a las presiones políticas, parecen recuperar ahora la independencia y el tiempo perdido. Fernando Vaca Narvaja y Roberto Cirilo Perdía, dos de los tres responsables de los Montoneros, brazo armado de la izquierda peronista en los años setenta, fueron detenidos ayer en Buenos Aires.