Fiesta de la gana y del empuje
Es probable que esta fiesta, hecha con dinero chistoso de puro escaso por un puñado de jóvenes cineastas españoles de los de vuelo libre y en busca de sí mismos, no sea, si se le aplica la prueba del alfiler y el globo, una buena película, pero, mientras se mira la pantalla, esto es irrelevante, porque, aunque La fiesta no sea una buena película, es en cambio un no bueno, sino magnífico -gracioso y atrevido, pues hurga con osadía en sus raíces- ejercicio de reinvención del cine.
Tiene el disparate de La fiesta el sabor a verdad que hay en toda incursión en un territorio recorrido por primera vez por aventureros de casta que -acertando ahora y tropezando después, alfombrando la espalda con errores, imprecisiones e hilos sueltos- sacan de la nada esencias de cine, amagos de comedia loca de la vieja estirpe, sin moderneces y sin paja, atenta a dar el grano que engatusa a la gente sedienta de verse atrapada y burlada en una verdadera pantalla como la de esta pobre y cautivadora fiesta del cine que inventan un puñado de muchachos españoles con ojos muy abiertos.
LA FIESTA
Dirección y guión: Carlos Villaverde y Manu Gutiérrez. Intérpretes: Raúl Prieto, César Camino, Norma Ruiz, Juanjo Rodríguez, Alejandra Jiménez y David García Palencia. Género: comedia. España, 2003. Duración: 103 minutos.