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Inocencio Arias: "La guerra estaría en tela de juicio si no aparecen las armas"

Elisa Silió

"¿Se equivocó Estados Unidos atacando a Irak?", preguntó ayer una periodista a Inocencio Arias, embajador de España ante Naciones Unidas, en los cursos de verano de El Escorial. "Depende de lo que estuviéramos buscando", comenzó Arias su contestación con un tono de cierto aprieto. Arias opinó que si las armas de destrucción masiva no aparecen, el ataque "se pondría en tela de juicio" y podría hablarse de "un éxito catastrófico". Pero, a su juicio, "Sadam Husein había dado con su conducta enorme cantidad de pruebas para pensar que las tenía [las armas]". España, aseguró, "no fue a la intervención armada ni a la alianza con EE UU para buscar un cambio de régimen", sino por las armas, subrayó en varias ocasiones el embajador. Ahora bien, Arias defendió que la guerra habrá tenido sentido, incluso si no aparecen las armas, si "Irak logra una democracia más o menos estable".

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"No hay mal que por bien no venga". Tras el conflicto ha caído "un régimen que había hecho desaparecer a 290.0000 personas, que tenía las características que todos sabemos y una familia despótica, que dirigía el país con una dictadura sanguinaria". Y volvió a apostillar: "Bueno, no era el primer objetivo, pero no lloraré sobre Sadam Husein porque le considero uno de los déspotas más grandes del final del siglo XX".

Legislación antiterrorista

Por otra parte, Arias, que preside desde abril el comité contra el terrorismo de la ONU, se felicitó por el "rápido" ritmo con el que los países miembros de Naciones Unidas están respondiendo "adecuadamente" a los cuestionarios relativos a su legislación sobre terrorismo: "Algunos países no pueden ir más rápido en lo tocante a la legislación", pero "no descarto que en el fututo no haya problemas con algún país que no voy a mencionar, que a la hora de implementarlo lo hagan de forma insuficiente, y no sólo por dificultades técnicas o materiales, sino por falta de voluntad política".

Por otra parte, el español Miguel Benzo, que trabaja en la Autoridad Civil Provisional (CPA), aseguró ayer en Bagdad a un grupo de periodistas que el presupuesto de 2004 de esta institución, encargada de la reconstrucción de Irak, será de 12.000 millones de dólares. Y que el objetivo de la cumbre de donantes de otoño, que se celebrará en Madrid el 23 y 24 de octubre, es de 8.000 millones, informa Ramón Lobo desde Bagdad. "Ese dinero se destinará a mejorar las infraestructuras. Los niños nos paran en la calle y no nos piden comida, sino electricidad".

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Para Benzo, de la capacidad y la rapidez que la CPA tenga en recuperar la luz, el agua y la seguridad se medirá el éxito de la misión. "En la conferencia de donantes se van a presentar proyectos concretos y cada país tendrá posibilidad de elegir. La única condición es que el 70% del capital se subcontrate con empresas iraquíes. Será parecido al caso de Afganistán".

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Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

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