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Reportaje:

El Estado contra Bryant

Acusado de violación, la estrella de la NBA arriesga su reputación y un buen número de contratos en un caso que ha creado un enorme interés mediático

"Bienvenidos a la capital mundial de las noticias", dijo el piloto al pasaje poco antes de aterrizar en las cercanías de Eagle (Colorado). Este pequeño pueblo de 3.500 habitantes anda revolucionado con la presencia de cientos de periodistas y unidades móviles. Sus cuatro moteles no dan para acoger a tal cantidad de visitantes. Ni en la temporada de esquí se ve tanta gente. El caso 03CR204, el estado de Colorado contra Kobe Bryant, concita expectación en Estados Unidos. A principios de julio, una empleada de un hotel cercano denunció en el juzgado de esta localidad a la estrella de los Lakers por presunta violación. El miércoles se celebró una vista preliminar en la que el jugador fue informado de los cargos de los que se le acusa, de sus derechos y de la posible condena de cárcel a la que se enfrenta si fuera declarado culpable. La audiencia duró apenas siete minutos y el imputado se limitó a decir "sí, señor", en respuesta a una pregunta, cuando el juez le preguntó si le parecía bien que la vista se reanudase en 30 días. Mientras, decenas de fotógrafos y curiosos se amontonaban a las puertas de la sala.

El ídolo ha embarrado su inmaculado perfil. Un talentoso baloncestista que nada tiene que ver con los gamberros y delincuentes que merodean la NBA. Un chico educado -que así le considera buena parte de la opinión pública-, de buena familia, que sabe italiano y luce cara de no haber roto un plato. Un prototipo para las clases acomodadas y un pijo empalagoso para ciertos sectores marginales. Este caso puede trastocar su imagen y acabar con su reputación.

Algunas multinacionales que cuentan con Kobe Bryant como reclamo publicitario comienzan a poner en cuestión la idoneidad del personaje. Sprite, McDonalds, Nike, Spalding o Nutella... Esta última, una crema de avellanas y chocolate para untar, consumida preferentemente por niños, decidió hace dos días no renovar el contrato que le une al jugador. Los anuncios de televisión de Sprite y McDonalds en los que participa han dejado de emitirse, aunque, según dicen las firmas, "por pura casualidad".

Aunque varias empresas han mostrado su apoyo a Bryant, si las evidencias se tornan en su contra, hay cláusulas morales de los contratos que pueden ser activada. Los portavoces de Nike, por ejemplo, mantienen su confianza en el jugador. El pasado junio, firmó un acuerdo por cinco años con él por 40 millones de dólares. Varios expertos han señalado que la empresa podría dar por finiquitado el contrato si se acogiera a este epígrafe.

Hubo 500 periodistas acreditados para la primera citación. La sala de juicios tiene capacidad para 70 personas. Varias cadenas transmitieron en directo la vista. Tribunal Televisión, un canal de cable, preparó un despliegue especial. Por si el asunto se prolonga, se prevé un montaje similar al que se organizó durante el juicio de O.J. Simpson. La ESPN, por ejemplo, retransmitió en directo la sesión a través de dos de sus emisoras y contó con los comentarios de Roger Cussack, el mismo experto que analizó para la CNN el proceso de Simpson. Bryant se juega mucho. Hay quien, con cierto toque malicioso, interpreta que este asunto le puede dar lo que no consiguió su disco de hip hop, su tirón en la calle.

Kobe Bryant, junto a su abogado, en la vista de su juicio por violación.
Kobe Bryant, junto a su abogado, en la vista de su juicio por violación.ASSOCIATED PRESS

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