Israel impone fuertes restricciones para excarcelar a los prisioneros palestinos
La decisión, que sólo afecta al 5% de los presos, pone en peligro los pactos de alto el fuego
Israel liberará sólo al 5% de los prisioneros palestinos -entre 300 y 400 sobre un total de unos 6.000 a 8.000- de acuerdo con una serie de criterios restrictivos impuestos desde ayer por el Gobierno del primer ministro Ariel Sharon. La decisión ha provocado el malestar de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y la indignación de las facciones armadas radicales palestinas, que condicionan el mantenimiento de su tregua unilateral y la aplicación del plan de pacificación (la Hoja de Ruta) a la puesta en libertad de todos los presos palestinos.
La decisión fue adoptada por el Ejecutivo israelí por 13 votos contra 8. En la decisión no se estableció el número de prisioneros a excarcelar, pero en cualquier caso se decidió que estas liberaciones se realizarán de acuerdo con una serie de criterios establecidos por los servicios secretos del Shin Bet, a los que se añadieron otras condiciones impuestas por los propios ministros después de un agrio debate. En el transcurso de la discusión los ministros más radicales amenazaron con oponerse a la liberación de los encarcelados, colapsando así la aplicación de la Hoja de Ruta.
La decisión israelí establece que no será liberado ningún militante o simpatizante de Hamás, Yihad Islámica o el Frente Popular para la Liberación de Palestina, los grupos mas activos en la Intifada. Tampoco serán excarcelados aquellos prisioneros que "tengan manchadas las manos de sangre" o que hayan participado directamente en "operaciones terroristas" contra israelíes. Serán excluidos también los presos oriundos de Jerusalén Este o aquellos que posean nacionalidad israelí.
El Gobierno de Sharon ha establecido además un triple mecanismo para hacer el proceso más doloroso y complicado. En primer lugar, cada liberación será examinada y estudiada por una comisión interministerial; en segundo lugar, se hará público el nombre de los liberados con una antelación de 48 horas, para permitir a los familiares de las víctimas del "terror palestino" recurrir ante el Tribunal Supremo israelí contra su puesta en libertad. Y como colofón se ha acordado que la liberación sea escalonada, en pequeños grupos, a medida que el Gobierno palestino dé pasos en la "lucha contra el terrorismo".
De acuerdo con la suma de todos estos criterios, el número de presos palestinos susceptibles de ser liberados oscila entre 300 y 400, según fuentes judiciales. Esta cifra supone sólo un 5% de los reclusos palestinos, cuyo censo exacto se desconoce, pero que según informaciones fidedignas oscila entre 6.000 y 8.000. Según estas mismas fuentes, entre estos detenidos hay 2.100 con las "manos manchadas de sangre", de los cuales 720 pertenecen a Hamás, 344 a Yihad y 136 al Frente Popular para la Liberación de Palestina. Según estos criterios, es además imposible la liberación de algunos dirigentes de la Intifada, como Marwan Barghouti, responsable de los Tanzim y de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa.
Las cifras de futuros excarcelados coinciden con el número de liberados que contemplaban ayer los servicios secretos israelíes, que entregaron al Gobierno un censo de 350 presos no peligrosos, 215 de los cuales son detenidos "administrativos" sin cargos y sin juicio y los 135 restantes son presos con penas leves y sin delitos de sangre.
La decisión del Gobierno de Sharon ha provocado perplejidad en el Gobierno palestino, que confiaba con una medida de gracia general para los prisioneros, como contrapartida a la declaración de tregua unilateral decretada por las facciones radicales palestinas hace una semana. En los últimos días, diversos grupos radicales, entre ellos Hamás, Yihad y Al Fatah, habían amenazado con volver a la lucha armada si no se liberaba inmediatamente un número importante de presos.
El ministro palestino encargado de los presos, Hisham Abdel Razik, reaccionó con acritud y advirtió a Sharon de que "Israel debe decretar en principio la libertad de todos los presos para aplicarla después gradualmente; si no lo hace así, no habrá más negociaciones, ni Hoja de Ruta". Un portavoz de Hamás desde Gaza reclamó también la "libertad de todos los detenidos, en particular los de Hamas", y añadió que no estaban dispuestos a admitir discriminaciones. En tono idéntico se manifestó un dirigente de Yihad Islámica, quien añadió que "Israel no puede jugar con las esperanzas de los familiares de los presos".
