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Una antológica muestra la "figuración sentida" del pintor Dionisio Blanco

La muestra rinde homenaje a un artista que veía "poesía en la realidad"

Dionisio Blanco (Trapagaran, 1927-Bilbao, 2003) trabajó en los últimos años de su vida en la preparación de una exposición antológica de su obra en colaboración con el comisario Xabier Sáenz de Gorbea. Su fallecimiento el pasado mes de abril impidió que pudiera llegar a ver la muestra, que hoy se inaugura en Bilbao, el gran homenaje póstumo a "un gran creador que supo ver poesía en la realidad", según Sáenz de Gorbea.

Blanco mostró sus pinturas en sólo siete exposiciones individuales durante toda su vida, la última en 1988 en el Bellas Artes bilbaíno. La antológica que hoy se inaugura en el aula de cultura de la BBK (Elcano, 20) en la capital vizcaína, reúne en un centenar de piezas buena parte de la producción de un pintor "secreto, íntimo, de gran sensibilidad", según Sáenz de Gorbea, con "poca obra pero muy trabajada", que llevó a su pintura sus sentimientos y su compromiso social y político. La muestra permanecerá abierta hasta el 30 de junio.

"Ésta es la exposición que él quería", asegura el comisario. Ordenadas de una forma cronológica, las pinturas muestran "la figuración sentida que nace de dentro", con unos personajes sin rostro, de perfiles marcados, que llevan a sus cuadros "temas cargados de humanidad" y "afrontan el triple reto del silencio, el vacío y la soledad".

Sáenz de Gorbea define a Blanco como "un gran creador que supo ver poesía en la realidad, por muy dura que ésta fuera". "En tiempos en que prevalecía la abstracción se alejó de toda ortodoxia y siguió un camino propio e inconformista", explica. Su obra se situó frente a las transgresiones de las vanguardias históricas, al tiempo que se distanció del tradicionalismo figurativo y del realismo social imperante, anticipándose, considera el comisario, "a los valores de la transvanguardia".

Compromiso

La exposición también recuerda su compromiso político contra el franquismo en pinturas que recogen poemas de su amigo Blas de Otero o en el cuadro El proceso de Burgos, que sufrió la censura.

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Blanco desarrolló una técnica muy personal, paciente y minuciosa, que marca toda su obra, realizada sobre papel pegado a planchas de madera. "Siempre pinto al óleo, pulimentando con espátula en un momento característico, en el que no está ni seco ni reciente", decía el artista. Era un pintor que partía del dibujo, simplificando las figuras y los paisajes con planos bien delimitados, renunciando a los relieves y señalando con precisión las relaciones entre las figuras y los vacíos.

Blanco abandonó el País Vasco a causa de la Guerra Civil y regresó a Bilbao en 1944. Cinco años más tarde, sufrió un grave accidente al caer del andamio en el que trabajaba de albañil. Desde entonces padeció serios problemas de movilidad, que le obligaron a cambiar de trabajo y dedicarse al arte. "La exposición es el resultado de poder de la voluntad", resume el comisario. "Moviéndose con muletas, sufriendo mucho, Dionisio hizo un trabajo ímprobo por llevar su mundo íntimo a la pintura".

SANTOS CIRILO

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