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Reportaje:TENIS | Ronald Garros, semifinales masculinas

"Será una cuestión mental, no física"

Josep Perlas y Antonio Cascales, técnicos de Costa y Ferrero, huyen de los favoritismos

Los entrenadores de Juan Carlos Ferrero y de Albert Costa, Antonio Cascales y Josep Perlas, respectivamente, no conceden a sus jugadores la condición de favoritos en la semifinal que hoy (una vez que termine la otra semifinal masculina, que comienza a las 13.00, La 2 y Eurosport) les enfrentará en la pista central de Roland Garros y que asegurará un finalista español por tercer año consecutivo y por séptima vez desde 1993. Conscientes de lo que ocurrió el año pasado en la final, donde Costa se llevó el triunfo, Antonio Martínez Cascales y Josep Perlas discrepan en algunos aspectos de sus respectivos análisis. "Si hay que hablar de favoritos", explica Cascales, "creo que Costa lo es más, porque ha estado jugando a un gran nivel más tiempo que Juan Carlos, y porque es el campeón". Perlas le replica: "Por trayectoria en el torneo y resultados, el favorito es Ferrero. Pero tiene la tensión añadida de tener prisa por ganar el título y eso nos ofrece, tal vez, una brecha". Los dos técnicos coincidieron en que el partido será fundamentalmente una cuestión mental y no física.

"Desde la lesión de cadera de Kuerten, Ferrero es el mejor jugador en tierra batida"
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Sin embargo, Albert Costa invirtió 18 horas y 31 minutos en los partidos que le llevaron a las semifinales, mientras que Ferrero lleva jugadas sólo 11 horas y 8 minutos. Ahí hay una diferencia que podría ser sustancial, pero que queda minimizada por el hecho de que en los torneos del Grand Slam hay un día de descanso entre un partido y otro. "Además", agrega Cascales, el entrenador de Ferrero, "el último partido de Costa, contra Robredo, no fue de gran desgaste físico, porque las últimas mangas las resolvió cómodamente". "La clave del encuentro", agrega, "no estará en el físico, sino en el aspecto mental: se trata de averiguar quién sabrá estar mejor mentalmente desde la primera a la última bola del choque".

En las cinco veces que los dos jugadores se han enfrentado, Costa lleva ventaja por 3-2, con victorias en sus dos últimos duelos, ambos el año pasado: en Hamburgo y en la final de Roland Garros. Sin embargo, cuando Ferrero entró en la central parisina el año pasado, había sufrido una lesión en un tobillo y un problema en los abdominales en su recorrido hacia el último partido. "La final del año pasado le dió a Juan Carlos más experiencia y le enseñó que hay que darlo todo en cada partido. Pero entonces no pudo sacar bien. Juan Carlos sabe que aquella final fue atípica, porque Albert estuvo a un gran nivel, pero él no estaba al suyo, y aún así fue capaz de ganarle una manga". "No digo que no estuviera lesionado, pero lo estaría para todos los partidos", dice Perlas. "Creo que Ferrero entró en la pista con una expectativa demasiado alta y no se había planteado la posibilidad de que pasara lo que ocurrió [Costa ganó por 6-1 y 6-0 las dos primeras mangas]. Si había algo, tampoco es lógica su reacción en la tercera manga".

Aquello ha pasado a ser historia, pese a que es el último referente. Ahora las cosas son muy distintas para los dos. Costa, el campeón, llegó a Roland Garros con la cabeza llena de dudas, porque había alcanzado en las pistas duras de Miami el nivel más alto de su carrera tenística, y le costó la adaptación a las condiciones de la tierra batida. Ferrero, en cambio, ha sido el jugador más sólido de toda la temporada de tierra y lo ha confirmado con sus triunfos en Montecarlo y Valencia y sus semifinales en Roma y Barcelona. En París, Costa tuvo que ponerse el mono de trabajo en casi todos los partidos, para resolver la falta de confianza que tenía en sus golpes. Lleva cuatro partidos a cinco sets, y en tres de ellos remontó la pérdida de las dos primeras mangas. Ferrero había perdido sólo un set, cuando se midió a Fernando González en cuartos de final y, por primera vez, tuvo que resolver el partido con sacrificio y trabajo extra.

"Lo que está haciendo Albert en este torneo es impresionante", explica Perlas. "Sólo la paz interior que siente, le permite no ofuscarse cuando va perdiendo y detectar qué está ocurriendo en la pista, para poder aplicar las soluciones precisas. Cuando llegó a París tenía su confianza por los suelos. Pero con humildad y sacrificio, y con la motivación que le da este torneo, ha ido recuperando su confianza y ahora puede aguantar lo que le echen y jugar a su nivel habitual".

Así pues, los dos están en un buen momento de tenis y físico -"creo que es de los pocos torneos en que Juan Carlos no tiene nada", dice Cascales-, se conocen a la perfección e incluso han estado entrenándose juntos algunas veces en este torneo. Costa disputa su segunda semifinal consecutiva en París. Ferrero, la cuarta. "Desde que Kuerten tuvo la lesión de cadera, creo que Juan Carlos es el mejor jugador de tierra batida, aunque perdiera la final del año pasado", concluye Cascales. Su balance de este año en tierra lo acredita: lleva 26 victorias y dos derrotas. Le falta el título parisino.

Pero Costa quiere su segunda final tras tantas horas de sufrimiento y tantas remontadas agónicas.

Costa y Ferrero echan un pulso en su hotel de concentración en París.
Costa y Ferrero echan un pulso en su hotel de concentración en París.EFE

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