La cita electoral margina al 5% de la población por ser inmigrante no comunitaria
No todos los catalanes estuvieron invitados a la gran fiesta de la democracia.
Las tres cuartas partes de los 450.000 inmigrantes que viven en Cataluña no pudieron votar por ser originarios de países no comunitarios, lo que significa que más del 5% de la población no pudo acudir a las urnas.
"No es que votar me preocupe mucho, pero no entiendo por qué, si hace 18 años que vivo aquí y pago impuestos aquí, no me dejan opinar aquí". Se lo preguntaba ayer Mohamed Bochenkok, mientras tomaba un café en un bar de Vic, una ciudad donde el 10% de la población nació fuera de España. Marroq...
No todos los catalanes estuvieron invitados a la gran fiesta de la democracia.
Las tres cuartas partes de los 450.000 inmigrantes que viven en Cataluña no pudieron votar por ser originarios de países no comunitarios, lo que significa que más del 5% de la población no pudo acudir a las urnas.
"No es que votar me preocupe mucho, pero no entiendo por qué, si hace 18 años que vivo aquí y pago impuestos aquí, no me dejan opinar aquí". Se lo preguntaba ayer Mohamed Bochenkok, mientras tomaba un café en un bar de Vic, una ciudad donde el 10% de la población nació fuera de España. Marroquí de nacimiento y llegado a Cataluña en 1985, Mohamed no pudo comenzar a tramitar la documentación para conseguir la nacionalidad española hasta hace un par de años. Y todavía no la ha logrado. "Ya se sabe, es mucho papeleo...", dice con resignación.
Y es que lograr la ciudadanía, imprescindible para votar, no es fácil para un extranjero.Pep Guardiola, de SOS Racismo, explica que "con la actual Ley de Extranjería, la mayor parte de inmigrantes sólo pueden conseguir la ciudadanía tras 10 años de residencia ininterrumpida".
Ayer por la tarde, en el Raval de Barcelona, nada indicaba que era día de elecciones. Tiendas abiertas, locutorios funcionando y peluquerías trabajando a destajo. Ashuani Kumar Sharma, un ciudadano de origen hindú, comentaba, divertido, lo que representan para él estas elecciones: "Creo que ya he conseguido lo único que podía esperar por ahora: el permiso de residencia. Para votar me queda mucho".
En el otro extremo se encuentra Fatima Hartal, una marroquí de 27 años que además de tener derecho de voto ha formado parte de la candidatura de Iniciativa per Catalunya en Vic. Y sabe qué quiere: "Es hora de decir que ya no somos inmigrantes, sino catalanes que queremos trabajar como cualquier otra persona para mejorar esta sociedad".