Fuego cruzado en La Fe

El pasado mes de febrero, Vicente Olaso, médico adjunto del servicio de Medicina Digestiva del hospital La Fe de Valencia, remitió una carta a la dirección en la que le informaba de las "presuntas graves irregularidades" en la contratación del investigador Javier López Labrador, adscrito al servicio de Microbiología, y pedía "ante la posible novación contractual" de éste, "actuar consecuentemente, y sin perjuicio de las acciones legales oportunas que puedan emprenderse, para poner fin a esta insostenible situación".

Este episodio no era un caso aislado, sino un paso más en la larga lista de enfrentamientos que se han enquistado en el servicio de Medicina Digestiva y que tiene como protagonistas al propio Olaso, y al jefe de servicio, Joaquín Berenguer, suegro de López Labrador, a quien acusó hace dos años de estar detrás de la contratación de su yerno por parte del hospital.

Fuentes del centro reconocen que existe un problema personal entre los dos doctores

En el escrito, Olaso denuncia que el investigador no cumplía condiciones como los 4 años de experiencia de experiencia doctoral y 8 de experiencia investigadora en medicina requeridos. También señala que el servicio de microbiología "ni avaló, ni autorizó, ni tuvo conocimiento de la presentación del proyecto" aprobado a López Labrador a finales de 1999 o que el trabajo desarrollado "se ha limitado a labores en todo punto distantes con el objetivo final del mismo".

López Labrador defiende que estas acusaciones son falsas, según apuntó a este diario, ya que sostiene que la decisión de conceder el contrato fue del Instituto de Salud Carlos III, entidad dependiente del Ministerio de Sanidad encargada de resolver las convocatorias del Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS). Además, considera que los reproches de Olaso tienen origen en un problema personal con su suegro, Berenguer.

De hecho, en un escrito enviado por López Labrador al Instituto de Salud Carlos III, denuncia un "acoso contra mí y mi familia" por parte de Olaso a través de "acusaciones infundadas a instituciones oficiales". Los reproches se dirigen también al doctor Juan Córdoba, compañero de López Labrador en el servicio de Microbiología y amigo de Olaso, quien "dificulta y a veces impide" su acceso "a aparataje, reactivos, seroteca, ordenador o bancos de trabajo".

Fuentes de la comisión de investigación que tramita las solicitudes del FIS en el hospital sostienen que no existe irregularidad en la concesión del proyecto, ya que el FIS fue quien realizó la selección que se produjo tras un concurso público. De hecho, apuntan que en un anterior concurso al que se presentó López Labrador para el hospital no logró la plaza, ya que hubo otros aspirantes mejor situados. Sin embargo, estas fuentes reconocen que existe un problema personal de fondo entre los doctores Olaso y Berenguer.

Los enfrentamientos entre estos dos médicos se remontan ya a hace varios años. En marzo de 2001, Olaso hizo público el enchufe que suponía la colocación de la hija de Berenguer en el servicio de Medicina Digestiva, es decir, en la propia unidad del padre, y también aludió a la creación de una nueva plaza en el hospital destinada a su yerno, López Labrador. Olaso también denunció la "marginación" a la que le sometía Berenguer al separarle de los trabajos de más responsabilidad y presentó un escrito de este médico en el que le reducía la actividad asistencial en consultas externas a un día por semana.

Estas acusaciones derivaron en una querella por calumnias por parte de Berenguer que el juez archivó al considerar que no había delito en las manifestaciones de Olaso. El auto dejaba abierta la puerta a la vía civil, a la que acudirá Berenguer, según su abogado. Será el próximo paso en el fuego cruzado entre los dos médicos.