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GUERRA EN IRAK | El debate en el Congreso

La oposición pide a Aznar que rechace un mandato colonial de EE UU en Irak

La muerte de dos periodistas españoles en la guerra protagonizó la sesión en el Congreso

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Toda la tarde parlamentaria estuvo protagonizada, en los inicios de cada debate, por Julio Anguita Parrado y José Couso, los dos periodistas españoles muertos en la guerra de Irak. Cada orador que llegó a la tribuna expresó sus condolencias por lo ocurrido.

Cuando llegó el debate de la moción, que fue rechazada con los votos del PP (153 por 121 de la oposición), los grupos de oposición intensificaron el recordatorio. Diego López Garrido (PSOE) fue más allá y retó al Gobierno para que, en vista "de la mucha influencia" que tiene ante el Gobierno estadounidense, exija y garantice la seguridad de los periodistas españoles que cubren la guerra.

Los informadores muertos dieron pie a Francisco Frutos (IU) para una durísima intervención contra el PP. Fue una especie de oración fúnebre pronunciada en tono muy emotivo, en la que utilizó su relación personal con la madre de Julio Anguita Parrado, que es concejal de IU en el Ayuntamiento de Córdoba, para dirigirse a la veintena escasa de diputados del PP que permanecían en sus escaños y asegurarles que ellos "han matado a muchas madres" y que son responsables "del dolor de toda madre, de todas las madres". Algo que Gustavo Arístegui, portavoz del PP, rechazó con toda firmeza. También aseguró que la intención del PP para la posguerra de Irak no es económica, sino de reconstrucción del tejido democrático destruido durante la dictadura de Sadam Husein.

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La novedad del debate la introdujeron Luis Mardones, por Coalición Canaria, e Ignasi Guardans, de CiU. El primero, advirtió que la posguerra diseñada por Estados Unidos es una humillación para Irak y para todas las naciones árabes, por lo que se hace necesario cambiar el "No a la Guerra" por "No al desorden jurídico que se avecina y que está diseñando Washington". Guardans fue más explícito. Dio por concluido el enfrentamiento político sobre la guerra para advertir que, a partir de ahora, seguirán enfrentándose con el Gobierno si éste, en el Consejo de Seguridad y en todos los foros internacionales, no adopta una postura tajante de oposición a las pretensiones de Washington para erigirse como potencial colonial ocupante de Irak. "Ya sabemos que nos hemos enfrentado por la guerra. No sabemos aún si tendremos que enfrentarnos por la paz". Guardans repitió esta idea de distintos modos para advertir muy seriamente al Gobierno de que no cesarán en su labor de oposición respecto del conflicto de Irak.

López Garrido hizo ver al Grupo Popular su soledad internacional, ya que, ayer mismo, en Chile, en la reunión interparlamentaria que agrupa a representantes de todos los Parlamentos, el Grupo Popular votó en contra de una resolución que, ni siquiera condenaba la guerra, sino que se limitaba a pedir que cese.

Antes, el pleno, con 151 votos del PP, frente a 137 de la oposición, rechazó una proposición no de ley del resto de los grupos parlamentarios sobre ayuda humanitaria a Irak. El PP intentó subirse al carro del consenso presentando una enmienda transaccional al texto de la oposoción que no fue aceptada.

Pablo Izquierdo, portavoz de los populares, lamentó que no fuese posible el consenso en este punto, y argumentó, desde la tribuna que, en su opinión, había que aparcar el debate y las diferencias sobre la guerra para centrarse en una postura común entorno a la ayuda a los refugiados de la guerra.

La oposición se había adelantado a sus argumentaciones, ya que Delia Blanco (PSOE) le había reprochado a los populares que su enmienda se perdía "en alabanzas al Gobierno". Además de recordarles cuál ha sido su actuación en este campo. Entre 1998 y 2002, según la diputada, pidieron asilo 583 ciudadanos iraquíes en nuestro país, y sólo se concedió el asilo a seis de ellos.

Carles Campuzano (CiU) retó al PP para que empezase a recuperar el consenso votando el texto de la oposición. Antes del debate Pablo Izquierdo ya había advertido que, al no aceptar su propuesta, que según él mejora y amplía las pretensiones de la oposición, el Grupo Popular presentará la próxima semana el texto que ayer no pudo votarse y que saldrá adelante con la mayoría absoluta de los 183 diputados populares.

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