El fiscal pide 16 años de cárcel para el cura acusado de violación

El fiscal elevó de 13 a 16 años de cárcel su petición de pena para un sacerdote acusado de abusos deshonestos y violaciones continuadas a una niña en la vivienda de ésta y en el despacho que el procesado tenía en el Tribunal Eclesiástico. La acusación particular pide para el acusado, José M., 38 años de cárcel, mientras que la defensa reclama la absolución. El juicio quedó ayer visto para sentencia.

En la puerta de la Audiencia de Madrid se concentraron miembros del Consejo de la Mujer de la Comunidad de Madrid, quienes gritaron al procesado frases como "violador" y "cobarde". "Quiero agradecerles el rato que hemos pasado", añadió el acusado, al hacer uso de su derecho a decir la última palabra. Según el relato del fiscal, la chica, actualmente de 27 años, vivía con su madre y abuela y el cura se instaló como huésped en su casa, donde permaneció entre 1978 y 1988.

Agrega que José le daba clases de apoyo y a él se le confiaba su cuidado. "Hasta que alcanzó los 12 años, en diciembre de 1987, la sometió a innumerables tocamientos lúbricos", argumenta el fiscal, que también señala que desde los 8 a los 12 años, alguna vez en el domicilio familiar, otras en el Tribunal Eclesiástico y otras en dos inmuebles de Alcalá, la penetraba en "innumerables oportunidades".

"Muchas veces la retorcía el brazo y agarraba por el cuello a la niña, quien no ponía obstáculo por temor", según el fiscal, que concluye que desde que alcanzó los 12 años y hasta que cumplió los 13, valiéndose de violencia, José, quien ahora tiene más de 70 años, realizó con ella actos sexuales prevaliéndose de su superioridad.

Además, reclama su inhabilitación durante ocho años, así como que indemnice a la víctima con 70.000 euros. La chica afirma, en una de las sesiones de hipnosis regresiva a las que se sometió, que odia al procesado, que pertenece a la Diócesis de Alcalá. Éste replicó que la joven miente y que le ha denunciado porque es "una psicótica".

El fiscal argumentó ayer que los hechos están acreditados por el vaginismo y el trastorno por estrés postraumático crónico que padece la víctima. Respecto a las sesiones de hipnosis, manifestó que "es un resorte más en el ámbito probatorio para dar credibilidad a la declaración de la chica". "Por sí sola, esta prueba no tiene entidad suficiente para destruir la presunción de inocencia", concluyó.

En el juicio comparecieron cinco psiquiatras, una de ellos la que llevó a cabo la hipnosis, Nancy Hernández, subrayó que esta técnica "es muy fiable". Por el contrario, otro psiquiatra indicó que "no se puede considerar que la hipnosis refleje vivencias vividas realmente", y otro señaló que pueden existir distorsiones.

La acusación particular reclama para el sacerdote 38 años de cárcel, así como que pague una indemnización de seis millones y que se declare responsable civil subsidiario al Arzobispado de Madrid y al Obispado de Alcalá. La abogada de la acusación explicó que José "comenzó con juegos hasta culminar con brutales violaciones". Por su parte, la defensa pidió la absolución de su patrocinado y sostuvo que el trastorno que padece la chica "se debe a causas desconocidas".