Los inversores apuestan por un final rápido en la invasión de Irak
Los mercados de valores protagonizaron ayer una nueva subida basada en los últimos acontecimientos que llegan de la invasión de Irak. La recuperación de la iniciativa por las tropas estadounidenses se ha interpretado como una señal de un final rápido del conflicto y, consecuentemente, del fin de la incertidumbre que provoca.
El Ibex 35 y la Bolsa de Madrid recuperaron el 1,03% y se alejan de los niveles críticos, mientras que París ganaba el 1,63% y Londres el 0,47%.
La Bolsa de Francfort se vio afectada por la evolución del desempleo en Alemania y por los altibajos de Wall Street, también afectado por los datos sobre empleo, y a media tarde caía el 0,60%.
La Bolsa de Nueva York no pudo valorar positivamente el avance de las tropas estadounidenses debido al crecimiento del dato de peticiones semanales del subsidio de desempleo, que con 445.000 nuevas peticiones registra la cifra más alta en un año, supera las previsiones de los analistas y hace saltar las alarmas en el mercado laboral. Para los economistas, el nivel de las 400.000 peticiones del subsidio de desempleo indica un mercado laboral en crisis.
El índice Dow Jones mostraba un descenso del 0,12% a media sesión después de numerosos altibajos, consecuencia de las noticias que llegaban de Irak y de los datos económicos.
En Europa tampoco había motivos para la alegría, según se desprende de las referencias conocidas ayer. El BCE repetía los tipos de interés, tal y como esperaba la mayoría, pero dejaba la puerta abierta a un futuro recorte, ya que el presidente de la entidad, Wim Duisenberg, afirmó que no esperaba que la eurozona creciera más del 1% en este ejercicio. En esa línea estaba el informe de la OCDE que revisaba a la baja las estimaciones de crecimiento del PIB para España, situándolas en el 2,1% en lugar del 2,5% anterior.
Para algunos observadores, es normal que el mercado se vuelque en el rápido final de la guerra para sacudirse de encima uno de los dos grandes problemas que tiene, aunque quedará pendiente el económico, cuya solución se plantea a más largo plazo.
A lo largo del presente ejercicio, los mercados de valores han sufrido oscilaciones que han acumulado pérdidas o ganancias de más del 10% como consecuencia del temor al inicio de una guerra, primero, y del inicio de esa guerra, después, para apostar luego por un rápido desenlace de un conflicto que desde diversas instancias se quiere relacionar directamente con la debilidad de la coyuntura económica. La última institución que estableció esa relación fue el FMI al afirmar que la prolongación de la guerra en Irak podría provocar una recesión económica mundial.
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