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GUERRA EN IRAK | Enfrentamientos al finalizar la marcha

118 heridos y 7 detenidos en los disturbios tras la manifestación pacifista en Madrid

La policía asegura que tuvo una "paciencia infinita" y que evitó "una catástrofe"

"A mí que me expliquen de qué sirve esto". Una viandante se enrabieta ante un macetero de piedra reventado por alguno de los manifestantes violentos -un centenar- que el sábado por la noche entablaron una dura batalla con la policía en la Puerta del Sol de Madrid y sus aledaños al acabar la marcha contra la guerra, que había transcurrido sin incidentes. Después de tres horas y media de lucha, 118 personas resultaron heridas y siete fueron detenidas. Los antidisturbios respondieron a los botellazos y a las pedradas con un imponente despliegue de porras y pelotas de goma. La policía asegura que evitaron "una catástrofe".

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Los enfrentamientos comenzaron pasadas las nueve de la noche, cuando la marcha pacifista integrada por miles de ciudadanos, que había arrancado en el intercambiador de Moncloa, estaba concluyendo en la puerta del Sol. La policía cargó contra un grupo que protestaba sentado en la Gran Vía mientras decenas de encapuchados les arrojaban piedras, destrozaban el mobiliario urbano, cruzaban coches y quemaban basura en la adyacente calle de Montera. Los antidisturbios cifran en un centenar el número de los alborotadores.

Tres horas y media después, tras la última carga, los provocadores se dispersaban entre gritos e insultos a los agentes y el centro de Madrid recobraba la actividad normal de cualquier sábado por la noche. Cientos de personas salían de copas, los coches volvían a circular, y las prostitutas y los mendigos ocupaban su lugar en los portales de la calle de Montera, en la que se produjeron los mayores disturbios.

Sin embargo, el escenario ofrecía una imagen bien distinta de lo habitual. Los médicos del Samur atendían en un local de la Puerta del Sol a varios policías. Esa noche, los sanitarios tuvieron mucho trabajo: asistieron a 118 personas -81 manifestantes y 37 agentes-, de las cuales siete fueron trasladadas al hospital. La noche anterior la cifra de heridos había sido la mitad: 60.

La presencia policial también era muy superior a la acostumbrada: varias furgonetas daban vueltas a la plaza para evitar que la volvieran a ocupar los violentos y el helicóptero que vigilaba los movimientos de los manifestantes todavía sobrevolaba la zona. Siete personas fueron detenidas en los enfrentamientos.

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Fuentes de la Dirección General de la Policía sostienen que los antidisturbios demostraron una "paciencia infinita" con los manifestantes. "La policía fue muy tolerante. En primer lugar, se les ofreció un recorrido para evitar incidentes, y después se les permitió pasar más allá de los límites fijados", comentan las mismas fuentes. Pero luego, ya cuando finalizaba la manifestación, surgieron los radicales y se desencadenó la lucha.

Las secuelas describían lo ocurrido: cristales por los suelos, marquesinas destrozadas, cabinas telefónicas arrasadas, contenedores quemados, basura sembrada por las aceras, adoquines levantados, pintadas en fachadas, escaparates y monumentos...

Había grafitos para todos los gustos, pero abundaban los de corte anarquista, con profusión de kas y zetas: "Abajo el Kapital", "Polizia Nazi-onal Asesina". Las tiendas próximas a la Puerta del Sol lucían grandes pintadas negras en español, árabe, alemán y francés. El Gobierno era el blanco de casi todas las iras. La estatua de Felipe IV estaba decorada con una gigantesca inscripción de "Aznar Asesino"

La calle de Montera resultó especialmente castigada por las escaramuzas entre policías y manifestantes. Los violentos se ensañaron contra todo aquello que sonara a cultura estadounidense. Restaurantes de comida rápida como McDonalds o Kentucky Fried Chicken se llevaron la peor parte, con las lunas destrozadas después de que las llenaran de pintadas. En el escaparate de una juguetería que vende muñecos de Walt Disney alguien pintarrajeó "Goofy capitalista cabrón". A la mañana siguiente, la puerta del cine Acteon exhibía un aviso: "Por la inseguridad existente, no hay sesión de madrugada".

En el informe general elaborado por la policía sobre la jornada del sábado se contabilizan también altercados, menores, en Barcelona, Bilbao, Sevilla, León, Girona, Logroño y Palencia.

Una manifestante refugiada en un local público increpa a los policías durante una carga en el centro de Madrid.
Una manifestante refugiada en un local público increpa a los policías durante una carga en el centro de Madrid.LUIS MAGÁN

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