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EL CENSO DE 2001

La población inmigrante, que se ha quintuplicado, compensa en parte el envejecimiento demográfico

La población de residentes en España nacidos en otro país ha pasado de 353.367 (censo de 1991) a 1.572.017 (censo de 2001), es decir, que casi se ha quintuplicado. El incremento da cuenta de la mayor parte del crecimiento demográfico español en esos diez años, cercano a los dos millones de personas. Y además es el principal factor que compensa (en parte) la tendencia general al envejecimiento demográfico del país.

La razón de ese impulso rejuvenecedor de la inmigración es doble. Por un lado, la población extranjera residente en España es en promedio más joven que el total español: el segmento de edad más representado entre los inmigrantes es de 25 a 34 años. Y, en segundo lugar, como esas son unas edades de alta fertilidad, imprimen también un impulso a la natalidad, lo que también tiende a rejuvenecer la pirámide poblacional. Un tercer factor de menor relevancia estadística es el reagrupamiento familiar: algunos trabajadores de origen extranjero acaban trayendo a sus hijos a España, y esto también reduce el promedio de edad.

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Si se desglosan los inmigrantes por su país de origen, se aprecia una clara divisoria entre dos grupos principales de edad. Los que aportan la mayor parte de residentes jóvenes (entre 20 y 39 años) son Ecuador, Marruecos, Colombia, Rumanía y Argentina. Por el contrario, Reino Unido, Alemania y Francia aportan residentes de edad más avanzada.

El Instituto Nacional de Estadística distingue dos colectivos principales de extranjeros: "Los jubilados que llegan del norte y centro de Europa atraídos por el clima", que se instalan en su mayor parte en el litoral mediterráneo y las Islas Canarias. Y "los que llegan a edades jóvenes de países menos desarrollados, en busca de trabajo y mejores condiciones de vida". Éste es el colectivo que ha experimentado "un aumento espectacular en los últimos cinco años", según el instituto.

Los datos del censo revelan que L'Alfàs del Pi, un municipio de Alicante con 12.500 habitantes, ostenta un doble récord: es el municipio con más porcentaje de residentes extranjeros (un 49,1%), y también el que tiene un mayor porcentaje de ciudadanos de origen comunitario (un 38,7%). El municipio con un mayor porcentaje de extranjeros no comunitarios es Fuente Álamo de Murcia (un 16,9%, o 1.812 personas).

Movilidad interior

Las comunidades autónomas muestran muy diferentes grados de autoctonía, es decir, de la fracción de sus habitantes que han nacido en el mismo sitio en el que siguen viviendo. Las comunidades con mayor porcentaje de población que vive en el mismo municipio en que nació son Murcia, Galicia, Andalucía y Extremadura. Según el INE, esto refleja su tendencia histórica a aportar emigrantes a otras comunidades, en lugar de recibirlos.

Hay otras comunidades que destacan por una clase distinta de autoctonía: la gente cambia de municipio, pero dentro de la misma provincia. Son Asturias, las dos Castillas, Canarias, Navarra y Cantabria. La mayor parte de estos flujos se da de los pueblos a la capital de provincia.

Y, en el extremo opuesto, las comunidades con menos autoctonía (de cualquier clase) son el País Vasco, la Comunidad Valenciana, Cataluña, Baleares y Madrid, que son las que reciben a la mayor parte de la inmigración desde otras comunidades. En los últimos diez años, las zonas no costeras del noroeste peninsular y la Andalucía más septentrional se han despoblado progresivamente. Guadalajara y Toledo, en cambio, se han convertido, en cierta medida, en ciudades dormitorio de Madrid.

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