Los narcos no quieren Carnaval
JUAN ARIAS | Río de Janeiro
Los vecinos de Río se despertaron ayer como de una pesadilla tras el lunes de terror al que tuvieron que asistir impotentes e incrédulos después de que los narcotraficantes de las favelas encarcelados en el penal de Bangú, a las afueras de la ciudad, hubiesen ordenado paralizar y aterrorizar la ciudad.