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El número de inmigrantes que aprenden catalán se triplica en tres años

Los extranjeros representan el 23% de los estudiantes de lengua catalana

En tan sólo tres años se ha triplicado en Cataluña el número de inmigrantes procedentes de Suramérica y del Magreb que se han decidido a aprender catalán en centros oficiales. Es un incremento muy superior al ritmo en que ha aumentado la inmigración proveniente de estos países. En 2001, el número de extranjeros de Iberoamérica y el Magreb creció el 36%. El año pasado, una cuarta parte de los estudiantes del Consorcio de Normalización Lingüística eran extranjeros, unos 8.600, sobre todo de países de la Unión Europea y de Iberoamérica. El conseller en cap, Artur Mas, anunció el martes que el Gobierno prestará especial atención a este colectivo dentro de un paquete de medidas para desarrollar la Ley de Política Lingüística.

El número de inmigrantes que optan por aprender catalán se ha ido incrementando en los últimos años, sobre todo el de los que se inscriben en cursos de iniciación en centros de la Generalitat, según los datos facilitados por el Departamento de Cultura. Si en 2000 los extranjeros, exceptuando los nacidos en la Unión Europea y en América del Norte, apenas representaban el 8%, al año siguiente alcanzaron el 13% y en 2000 ya fueron el 22,25%.

La cifra de extranjeros que se matriculan en los centros del Consorcio de Normalización Lingüística se ha disparado hasta tal punto que en 2001 ya igualaba la de los estudiantes procedentes del resto de España. Ambos colectivos representaban el 24% del total de los inscritos.

No obstante, según precisa el director general de Política Lingüística, Lluís Jou, los inmigrantes adoptan respecto al aprendizaje del catalán una actitud distinta según su procedencia. Así, mientras que los iberoamericanos, el 12,49%, suelen matricularse a las pocas semanas de llegar a Cataluña -"incluso antes de haber encontrado trabajo", apunta-, los magrebíes lo hacen al cabo de dos años y en menor número, ya que tan sólo representan el 2,21%.

Jou justifica esta diferencia con el argumento de que la baja calificación profesional de los magrebíes motiva que en su lugar de trabajo no se les exija el catalán, mientras que la mayoría de los suramericanos ocupan puestos en contacto con el público, lo que también les facilita un aprendizaje más acelerado.

La masiva matriculación de inmigrantes ha obligado a la Generalitat a reforzar los cursos de iniciación, ya que el número de alumnos ha crecido a una media de 2.000 por año.

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El Gobierno catalán se muestra satisfecho con estos datos, aunque le parecen insuficientes. Por este motivo iniciará una campaña para fomentar el aprendizaje del catalán entre los inmigrantes. El Ejecutivo presentará dentro de dos semanas un informe sobre los resultados de la aplicación de la ley del catalán.

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