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Crónica:Liga de Campeones | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

Van Nistelrooy causa estragos

El delantero holandés protagoniza la victoria del Manchester, que da un repaso al Deportivo

Santiago Segurola

El Deportivo cuenta sus días en la Copa de Europa. Le quedan pocos, por lo que se vio en Old Trafford, donde fue aplastado por el Manchester. De marcar la diferencia final se encargó Van Nistelrooy, autor de los dos tantos en una noche donde los reds jugaron a todo trapo, sin distracciones defensivas y con un exuberante fútbol de ataque. Para detener al Manchester se requería de un rival con coraje y juego. No fue el caso del Deportivo.

Un año después de su memorable actuación en Old Trafford, el Deportivo dio la impresión de equipo gastado, como si hubiera dejado atrás sus mejores días. No le faltan buenos jugadores, ni se discute su fiable estructura y se da por supuesto el efecto de bajas como las de Molina, Naybet y Fran. Pero algunos datos son preocupantes: gente como Mauro Silva o Fran, referentes cruciales del equipo, se acercan al crepúsculo de su carrera y no aparece nadie con garantías para relevarles. Esa sensación de que el Deportivo todavía tiene gasolina, pero que tiene que administrarla con cuidado, es la que dejó en Old Trafford, donde el Manchester tuvo más pujanza, más convicción, más juego y más ocasiones. Y también tenía su cuota de estrellas lastimadas. Sin Ferdinand, Keane y Beckham se podía pensar en un equipo parcheado, vulnerable, por qué no. Al fin y al cabo, su defensa no dice nada, salvo que a Gary Neville, Wes Brown y O'Shea les haya entrado la ciencia de repente. Pensar que el otro Neville pueda tener algún futuro como medio centro, tampoco es razonable. Sin embargo, el Manchester se pareció al de toda la vida, un equipo con vuelo, por encima de las contingencias de los partidos. Puede jugar bien o mal, pero tiene estilazo y recursos. Tiene también tres jugadores maravillosos -Van Nistelrooy, Giggs y Scholes-, que abrumaron a los defensas del Deportivo.

MANCHESTER 2 - DEPORTIVO 0 Manchester United: Barthez; Gary Neville, Brown, Silvestre, O'Shea (Beckham, m. 80); Solskjaer, Phil Neville (Forlan, m. 80), Verón, Scholes, Giggs; y Van Nistelrooy (Richardson, m. 90). Deportivo: Juanmi; Scaloni, Romero, César, Capdevila; Víctor (Luque, m. 75), Sergio, Valerón (Acuña, m. 65), Mauro Silva, Amavisca (Tristán, m. 46); y Makaay. Goles: 1-0. M. 7. Tras un saque de banda por la banda derecha, Scholes centra y cabecea Van Nistelrooy ante los dos centrales deportivistas. 2-0. M. 55. Tiro de Scholes que no sujeta Juanmi, Solskjaer no puede rematar, pero sí Van Nistelrooy de gran punterazo a bocajarro. Árbitro: Hauge (Noruega). Amonestó a Verón y a Solskjaer por sendas entradas a Amavisca, y a Capdevila por obstruir a Van Nistelrooy. Lleno en Old Trafford, 45.000 espectadores.

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Un dato explica la importancia de Van Nistelrooy como delantero centro. En los 30 partidos que ha disputado en la Liga de Campeones ha marcado 29 goles, en la misma frontera del mágico promedio del gol por partido en la competición más importante del mundo. Van Nistelrooy anotó los dos tantos del Manchester, le anularon otros dos y tumbó a los centrales del Deportivo. Es un jugador que tiene lo mejor de la escuela holandesa, que no es poco. Sirve para lo grueso y para lo fino. Puede utilizar su envergadura para funcionar de hombre diana, de espaldas a la portería, en plan Kluivert, y puede manejar detalles técnicos que se escapan a la inmensa mayoría de delanteros. Y además tiene la ansiedad depredadora de los goleadores de verdad. A los datos hay que remitirse.

Un excelente cabezazo suyo decidió el signo del partido. Fue un gol en el puro arranque del duelo. El Manchester apretó duro, con Verón hiperactivo, y cobró dividendos en el extraordinario centro de Scholes y en el remate de cabeza de Van Nistelrooy, que se elevó majestuoso y dejó la pelota junto al palo. El conato de reacción del Deportivo no fue muy allá. O Valerón, o nada. No había más luces en el equipo. Capdevila y Amavisca fracasaron en la banda izquierda; Víctor no desbordó nunca por la derecha; Makaay no hacía valer su velocidad. De Valerón se vio una copia pálida. Hizo cosas, pero muy poco trascendente, en parte por el precio de la inactividad y también porque no encontraba socios decentes. La suma de todas estas deficientes partes sólo podía significar la derrota. Fuera de una oportunidad de Makaay en el segundo tiempo, el Deportivo no dio ninguna señal en el área del Manchester. Estaba destinado a perder.

Al débil Deportivo se opuso un Manchester muy firme. De nuevo se confirmó la enorme contribución de Giggs, un caso extraordinario de extremo, pero sobre todo se apreció la categoría de Paul Scholes, silencioso pero muy determinante futbolista. En un equipo tan convencido de su glamour, Scholes está en otra onda. Juega sin vanidad, concentrado en todos los detalles que ayudan a ganar los partidos. Si distribuye lo hace con rapidez y precisión; si llega es para sorprender; si remata es una garantía de gol. No es Beckham, es mejor. Pero ni tan siquiera después de su partidazo, Scholes mereció los honores del héroe. Parece su destino. Siempre hay uno que le roba el plano. Esta vez fue Van Nistelrooy, un crack.

Capdevila cae ante Verón.
Capdevila cae ante Verón.EPA

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