Reportaje:

Rebrota un árbol con frutos rupestres

La limpieza de un abrigo de las cuevas alcoyanas de La Sarga descubre una pintura muy escasa en el arte rupestre

Los trabajos de limpieza realizados en el conjunto de abrigos con restos de pinturas rupestres de La Sarga (Alcoy), en concreto en el abrigo II, han descubierto la representación de un árbol con frutos, "una figura muy escasa y que supera en claridad y perfección a las conocidas hasta ahora", según han explicado fuentes de la dirección general de Patrimonio Artístico. Tan sólo se conocían dos manifestaciones de esta índole : en el abrigo I de este mismo conjunto de arte rupestre y en Albarracín (Teruel).

La eliminación de la capa de concreción ha permitido contemplar figuras que hasta a...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los trabajos de limpieza realizados en el conjunto de abrigos con restos de pinturas rupestres de La Sarga (Alcoy), en concreto en el abrigo II, han descubierto la representación de un árbol con frutos, "una figura muy escasa y que supera en claridad y perfección a las conocidas hasta ahora", según han explicado fuentes de la dirección general de Patrimonio Artístico. Tan sólo se conocían dos manifestaciones de esta índole : en el abrigo I de este mismo conjunto de arte rupestre y en Albarracín (Teruel).

La eliminación de la capa de concreción ha permitido contemplar figuras que hasta ahora eran prácticamente invisibles como un grupo de cabras acosadas por cazadores. "Este hallazgo abre las puertas al descubrimiento de nuevos motivos en La Sarga, ya que hasta este momento sólo se ha podido intervenir en la mitad derecha del abrigo", precisaron las mismas fuentes en una nota de prensa enviada ayer por la Generalitat.

Las pinturas de las siete cuevas de La Sarga, situadas casi en el límite con el municipio de Xixona, pueden datarse en varios momentos, desde el mesolítico a la Edad de Bronce.

Esta intervención en el abrigo II se inscribe en un proyecto de gestión integral del arte rupestre de la Comunidad Valenciana impulsado por la dirección general de Patrimonio Artístico de la Consejería de Cultura y Educación.

En el año 2000, Patrimonio inició, en colaboración con el Ayuntamiento de Alcoy, un proyecto de intervención en el conjunto de La Sarga con la finalidad de mejorar su estado de conservación y fomentar su uso público en condiciones acordes a la trascendencia del sitio.

La Sarga, al igual que todo el arte rupestre valenciano, forma parte, desde 1998, de la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, junto al resto de comunidades autónomas de la cornisa mediterránea. Por la diversidad de sus pinturas rupestres, este hallazgo constituye uno de los conjuntos más complejos de todo el arco mediterráneo español.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El proyecto iniciado hace dos años parte del conocimiento "exhaustivo de las manifestaciones rupestres de La Sarga y de su significado, aspectos en los que se ha avanzado de forma muy significativa en los últimos años". El programa, coordinado por el Instituto de Arte Rupestre, cuenta con la participación de un amplio equipo interdisciplinar, e incluye las intervenciones de conservación preventiva en los soportes rocosos y las pinturas; la remodelación del sistema de protección; la delimitación de un entorno de protección del Bien de Interés Cultural y el establecimiento de un sistema de visitas acorde con su importancia.

Los abrigos de La Sarga constituyen cinco cavidades de distintas dimensiones y forma y se abren en la cabecera del Barranc de la Foradà, en un banco de calizas eocenas.

En los abrigos denominados I, II y III se localizan hasta un total de 21 paneles en los que se han contabilizado 146 motivos pintados pertenecientes a tres estilos artísticos diferentes de arte prehistórico; el Arte Macroesquemático, el Levantino y el Esquemático.

Entre sus escenas destacan grandes motivos meandriformes; el Brujo, probable representación de una divinidad neolítica, y diversas escenas de estilo levantino, como una cacería de ciervos, una escena de vareo de un árbol con frutos, así como las escenas contenidas en el abrigo II, descubiertas en esta campaña.

Los problemas de conservación de las pinturas rupestres van desde la propia dinámica de destrucción de origen natural, como los desconchados de las rocas por los cambios de las temperaturas, la influencia de las vías de agua o la existencia de hongos y líquenes; a las actuaciones de origen antrópico, como las pintadas de graffitis o los desconchados producidos por intentos de arrancar las figuras rupestres.

Archivado En