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Una declaración inspirada en Azaña: "Paz, piedad, perdón"

Carlos E. Cué

"Españolito que vienes al mundo te guarde Dios / Una de las dos Españas ha de helarte el corazón". Con este famoso verso de Antonio Machado, cuyo espíritu ha sido barrido por la concordia nacida de la Constitución de 1978, se inicia la proposición no de ley aprobada ayer. Ésta dice inspirarse en las "dramáticas palabras desgraciadamente caídas en el olvido" de Manuel Azaña, presidente del Gobierno durante la II República: "Paz, piedad, perdón".

Algunos puntos aprobados:

- Nadie puede sentirse legitimado, como ocurrió en el pasado, para utilizar la violencia con la finalidad de imponer sus convicciones políticas y establecer regímenes totalitarios contrarios a la libertad y a la dignidad de todos los ciudadanos, lo que merece la condena y repulsa de nuestra sociedad.

- Se reafirma el deber de proceder al reconocimiento moral de las víctimas de la Guerra Civil, así como de cuantos padecieron más tarde la represión de la dictadura franquista. Instamos a que cualquier iniciativa promovida por las familias que se llevan a cabo en tal sentido, sobre todo en el ámbito local, reciba el apoyo de las instituciones, evitando en todo caso que sirva para reavivar viejas heridas o remover el rescoldo de la confrontación civil.

- Instamos al Gobierno para que desarrolle de manera urgente una política integral de reconocimiento y de acción protectora, económica y social, de los exiliados de la Guerra Civil, así como de los llamados niños de la guerra, que incluya la recuperación de la nacionalidad española y su extensión a sus descendientes directos con reconocimiento del derecho de voto.

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