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Reportaje:Apuntes

El techo de cristal del campus

Divers@ fomentará la incorporación de la mujeres a puestos de responsabilidad en la universidad

El famoso techo de cristal que impide a las mujeres alcanzar las metas profesionales para las que están preparadas parece invisible, pero las estadísticas demuestran que existe. En las universidades, organizaciones laborales presuntamente progresistas y formadas por personal cualificado, este techo parece más invisible que en la empresa privada, tradicionalmente masculina, pero las mujeres ligadas al mundo universitario acaban tropezando con él. En la Universitat de València más del 50% de los estudiantes son mujeres, pero sólo entre el 15 y el 18% llegan a catedráticas, una cifra que se invierte cuando hablamos de profesores ayudantes o con situaciones laborales inestables en que la proporción de mujeres alcanza el 40%.

La informática servirá para diagnosticar situaciones y medir los avances del programa
En la Universitat sólo hay un 18% de mujeres catedráticas cuando son más del 50% de alumnas

El programa Divers@, dirigido por el Institut Universitari d'Estudis de la Dona, con la colaboración de la Consejeria de Economía, Hacienda y Empleo, la Universitat de València, la Universidad Politécnica de Valencia, la Asociación para el Desarrollo Empresarial, el sindicato CC OO y FOREM, pretende fomentar la incorporación de las mujeres a puestos de responsabilidad. Su novedad reside, precisamente, en que se dirige sobre todo al ámbito universitario. 'En la universidad hay machismo y posturas conservadoras. Al fin y al cabo, es un reflejo de la sociedad y reproduce los mismos valores. Existen proyectos de igualdad de oportunidades en la empresa privada, pero no en la universidad, y en ese sentido Divers@ es novedoso. La sociedad ha cambiado y la universidad debe adaptarse a las nuevas estructuras sociales', explica Ester Barberá, catedrática de Psicología Básica y directora del proyecto Divers@.

Otra novedad del proyecto es su filosofía. La igualdad de oportunidades es defendible por muchas razones: por derechos humanos y feminismo, entre otras. Divers@ trata de alejarse de estos planteamientos clásicos. 'La sociedad ha invertido mucho dinero para que las mujeres estudien, muchas han obtenido excelentes calificaciones, y ahora no debemos perder lo que ofrecen, que es diferente de lo que pueden aportar los hombres, por la sencilla razón de que ambos géneros se han socializado de manera distinta. Por el bien de todos no debemos prescindir de la diversidad que estas mujeres pueden aportar', explica Ester Barberá.

Tan innovador como este planteamiento es la herramienta metodológica que va a emplear Divers@. El catedrático Pedro Albertos, del Departamento de Ingeniería de Sistemas, Computadores y Automática de la Universidad Politécnica de Valencia, es responsable del programa informático de software para establecer un diagnóstico de la presencia de igualdad de oportunidades, la perspectiva de género y la diversidad en las instituciones y organizaciones, y posteriormente diseñar y testar mediante simulación acciones correctoras. El modelo es dinámico y variará en función de una previsión de cambios. Los indicadores que se han establecido van desde los más básicos, proporción de hombres y mujeres que ocupan un puesto de responsabilidad en una organización; a otros más complicados, subjetivos y difíciles de medir como son los estados de ánimo, los niveles de satisfacción e insatisfacción, el sexismo benevolente...

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Pero incluso los indicadores más sencillos revelan situaciones complicadas. 'Si a un puesto de responsabilidad no se presentan candidatas no se puede decir que haya discriminación, pero si analizamos la situación resulta que, no es que las mujeres rechacen ocupar ese puesto, es que el puesto no se adapta a la situación vital de la mayoría de ellas. También puede ocurrir que el ambiente del entorno laboral sea muy masculino y las desanime. En ese caso habría que adaptar los puestos de trabajo a la necesidades de las mujeres', explica Barberá.

Divers@ se centra mucho en los estudiantes, los futuros profesionales que tendrán que enfrentarse al mundo empresarial, un ámbito laboral donde las discriminaciones son más frecuentes que en el ámbito universitario. Por eso el proyecto contempla un estudio en una empresa privada, la aseguradora Winterthur. 'Hemos querido hacer al menos un programa piloto en la empresa privada porque ese será el destino de muchas estudiantes. Las empresas tienen que cambiar. No están preparadas para recibir a las mujeres altamente cualificadas que salen de las aulas de las universidades', concluye Barberá. En otros países europeos se aplican desde hace años estas acciones correctoras. Por ello Divers

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