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Abierto al tráfico como autovía el último tramo de la N-I en Navarra

Faltan 1,5 kilómetros en Guipúzcoa para completar el desdoblamiento de la Madrid-Irún

El País

El Gobierno de Navarra inauguró a mediodía de ayer los 7,1 últimos kilómetros de la N-I que quedaban por convertir en autovía en su territorio, el tramo más próximo al puerto de Etxegarate. Concluidos así los trabajos en la comunidad foral, cuando el próximo mes de diciembre culmine el desdoblamiento del último kilómetro y medio de carretera que todavía está en obras en el lado guipuzcoano de Etxegarate, habrá desaparecido el único cuello de botella del eje de transporte por carretera entre Madrid y París que aún se encontraba sin desdoblar.

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Sin disimular su satisfacción, el presidente del Ejecutivo foral, Miguel Sanz, y su consejero de Obras Públicas, José Ignacio Palacios, dieron ayer la orden de abrir al tráfico el último tramo desdoblado de este conflictivo punto viario. Tan solo en los últimos tres años, nueve personas han perdido la vida en graves accidentes de circulación ocurridos en este tramo.

A los pocos minutos de su apertura, un intenso tráfico, en su mayoría de vehículos pesados, rodaba ya por los cuatro carriles (dos en cada dirección) de este tramo de la N-I convertido en autovía. La reforma de la antigua carretera ha costado 29,5 millones de euros y las obras han finalizado con dos años de antelación sobre la previsión inicial establecida en el plan director de carreteras de Navarra. Por este trayecto de la N-I, constituido como uno de los principales corredores de intercambio de mercancías de España y Portugal con el resto de Europa, transitan cada día una media de 12.965 vehículos, un 43,9% de los cuales son camiones pesados.

El trazado elegido para desdoblar el tramo navarro de Etxegarate, entre la frontera con Guipúzcoa y la localidad de Alsasua, fue el sugerido en su día por el Ayuntamiento de esta localidad. Los técnicos del Ejecutivo foral asumieron las ventajas del mismo porque construir una autovía de nuevo cuño permitía encauzar por ésta el tráfico de travesía e internacional, mientras que la antigua N-I queda como un eje interno vertebrador para la comarca y las conexiones internas entre las localidades navarras y guipuzcoanas de la zona.

Obra 'compleja'

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El director general de Obras Públicas del Ejecutivo navarro, Álvaro Miranda, agradeció al Ayuntamiento de Alsasua, representado en el acto de inauguración por su alcaldesa en funciones, Arantxa Bengoetxea (Batasuna), el apoyo dado a una obra que calificó de 'especialmente compleja' por lo accidentado del terreno. De hecho, los 7,1 kilómetros de nuevo trazado incluyen la habilitación de dos túneles para salvar el monte Murguil, de 250 metros de longitud, dos pasos elevados sobre el río Alzania, una pérgola y sendos pasos inferiores para salvar la vía de ferrocarril Irún-Miranda de Ebreo y otro paso elevado sobre la antigua carretera N-I. Cada sentido de la nueva autovía cuenta con sendas calzadas de dos carriles cada una de 3,50 metros de anchura y sus correspondientes arcenes. La velocidad máxima permitida en el tramo es de 120 kilómetros por hora.

Convertidos ya en autovía los 13,7 kilómetros que discurren por territorio navarro, desde la muga con Álava hasta la de Guipúzcoa, sólo queda esperar que, a mediados de diciembre, la Diputación guipuzcoana concluya el último kilómetro y medio de Etxegarate que aún permanece en obras. Se trata del tramo central del puerto en el lado guipuzcoano. El 26 de septiembre pasado se abrieron al tráfico los cinco kilómetros de autovía colindantes con Navarra, mientras que es inminente la puesta en servicio de otro tramo de 1,5 kilómetros próximo a la localidad de Idiazabal, en el arranque del puerto por la parte guipuzcoana.

El pasado 23 de octubre, el diputado de Carreteras de Guipúzcoa, Antton Jaime, explicó ante las Juntas Generales del territorio que los retrasos se han debido a que las empresas adjudicatarias no pusieron los medios humanos y técnicos necesarios para acabar el desdoblamiento en el plazo previsto, julio de 2001. Al margen de algunas demoras por la introducción de mejoras en el proyecto, retrasos no imputables a las constructoras, la Diputación de Guipúzcoa sanciona desde el 18 de junio pasado a estas empresas con 154.212 euros por cada mes de retraso. Las obras en Guipúzcoa fueron adjudicadas en 44,9 millones de euros a las empresas Ferrovial, Gedi, Agroman, Suquía y Asfaltos Naturales del Campezo.

El consejero de Obras Públicas, José Ignacio Palacios, volvió a insistir, no obstante, en la 'imprescindible necesidad' de que Navarra tenga su autopista directa a Francia a través de los Pirineos. Palacios recordó que los estudios técnicos anticipan el futuro colapso de las comunicaciones por carretera por la antigua frontera de Irún y dijo que la autopista transpirenáica 'será una realidad en el horizonte del año 2010'.

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