'En las distancias cortas gano mucho'
KARMENTXU MARÍN
Con 36 años y un hijo, que confiesa como su gran afición, dice haber aprendido de Alfonso Guerra el rigor y el perfeccionismo. Quién sabe si tienen idéntica procedencia sus pasiones de chocolate: los profiteroles y el colacao. Le gustan la literatura y el cine clásico, y asegura que le cuesta mucho enfadarse en serio.