Adiós al rompeolas

El rompeolas de Barcelona quedó ayer definitivamente interrumpido por las obras de la nueva bocana del puerto. Ya no se podrá acceder a uno de los paseos más populares de la ciudad, que cambiará su fisonomía por completo hasta volver a ser transitable en la primavera de 2003. En realidad, serán dos paseos separados por el mar.

La parte sur, la más próxima a la actual entrada del puerto, sólo estará comunicada por el puente móvil -el Porta de Europa-, que será de acceso público, tanto a los vehículos como para los peatones. Ello requerirá, primero, modificaciones de los viales y de los s...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El rompeolas de Barcelona quedó ayer definitivamente interrumpido por las obras de la nueva bocana del puerto. Ya no se podrá acceder a uno de los paseos más populares de la ciudad, que cambiará su fisonomía por completo hasta volver a ser transitable en la primavera de 2003. En realidad, serán dos paseos separados por el mar.

La parte sur, la más próxima a la actual entrada del puerto, sólo estará comunicada por el puente móvil -el Porta de Europa-, que será de acceso público, tanto a los vehículos como para los peatones. Ello requerirá, primero, modificaciones de los viales y de los sistemas de control de entrada al puerto.

El otro paseo nacerá de la prolongación del actual Joan de Borbó hasta la explanada que generará la nueva bocana, donde se levantarán el hotel vela del arquitecto Ricardo Bofill y otros dos edificios de equipamientos y servicios. Es en este espacio donde se configurará un nuevo paseo de algo más de un kilómetro, que también podrá ser utilizado por deportistas puesto que el viejo rompeolas siempre ha sido uno de los lugares preferidos para el entrenamiento de aquéllos. El bar restaurante situado al inicio del rompeolas ya no tiene actividad después de que sus propietarios llegaran a un acuerdo con el Puerto, según han informado portavoces de esta entidad. Éstos, por otra parte, apuntan que todavía no se ha determinado cuál será el medio de transporte público para comunicar la nueva bocana con el Port Vell. El arquitecto jefe municipal, Josep Anton Acebillo, propuso un monorraíl elevado, pero esa solución no está prevista por ahora, afirman las mismas fuentes.

La nueva escollera estará lista en la primavera de 2003, cuando se prevé la apertura de la segunda bocana del puerto. La principal función de esa infraestructutra es evitar el largo recorrido -de unos 30 minutos- que tienen que efectuar los barcos para salir y entrar del puerto. Por tanto, unos de los principales beneficiarios de la segunda apertura del puerto serán los transbordadores de Baleares y los grandes trasatlánticos de pasajeros. También servirá para separar el tráfico de las mercaderías, el de pasajeros y el de las embarcaciones deportivas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En