Unidos en el error
El establishment político español está haciendo una curiosa apuesta al emprender la ilegalización del partido radical vasco Batasuna. Con una mayoría del 90%, el Parlamento votó el lunes pedir al Gobierno que solicitara al Tribunal Supremo que ilegalizara el partido. Ayer, siguiendo órdenes de un juez, la policía cerró varias de sus sedes. La clausura de sus sedes es la primera ilegalización de este tipo desde que España volviera a la política multipartidista en 1975, así que la pregunta que se impone es: ¿por qué ahora? (...)
Lo único que puede haber azuzado las ansias de España...
El establishment político español está haciendo una curiosa apuesta al emprender la ilegalización del partido radical vasco Batasuna. Con una mayoría del 90%, el Parlamento votó el lunes pedir al Gobierno que solicitara al Tribunal Supremo que ilegalizara el partido. Ayer, siguiendo órdenes de un juez, la policía cerró varias de sus sedes. La clausura de sus sedes es la primera ilegalización de este tipo desde que España volviera a la política multipartidista en 1975, así que la pregunta que se impone es: ¿por qué ahora? (...)
Lo único que puede haber azuzado las ansias de España por tomar medidas contra los radicales vascos es que desde el 11 de septiembre del año pasado el terrorismo se ha convertido en centro de atención del mundo entero. (...) Sin embargo, esta atención global al terrorismo no debería haber apartado a España de su anterior enfoque del separatismo vasco, basado en el sentido común. Muchos movimientos secesionistas tienen un ala armada y un ala política, y el truco de los Gobiernos que se oponen a ellos siempre ha sido encontrar formas de alentar a que sus líderes se acerquen al compromiso político y renuncien a la violencia. (...)
(...) Lo más probable es que Batasuna reaparezca rápidamente como un nuevo partido bajo un nuevo nombre, probablemente con un mayor apoyo en la región debido a su victimización. (...) Es mejor tener a Batasuna como un partido minoritario que hacer nuevos mártires de sus miembros.
Londres, 28 de agosto