LOS INTELECTUALES MEXICANOS NO COMEN HAMBURGUESAS
Hamburguesas gringas contra tamales mexicanos. Chatarra contra gastronomía sofisticada. El renombrado pintor y escultor Francisco Toledo lidera una masiva movilización ciudadana para impedir la apertura de un McDonald's en el centro histórico de la colonial Oaxaca. 'No a la comida basura', gritaba una manifestación de protesta, que devoraba, o servían a turistas y curiosos, cientos de tamales, las populares empanadas de harina de maíz entre hojas de plátano, rellenas de carnes diversas. No se descarta un referéndum.
La comida tradicional de Oaxaca es tenida como una de las mejores de Mé...
Hamburguesas gringas contra tamales mexicanos. Chatarra contra gastronomía sofisticada. El renombrado pintor y escultor Francisco Toledo lidera una masiva movilización ciudadana para impedir la apertura de un McDonald's en el centro histórico de la colonial Oaxaca. 'No a la comida basura', gritaba una manifestación de protesta, que devoraba, o servían a turistas y curiosos, cientos de tamales, las populares empanadas de harina de maíz entre hojas de plátano, rellenas de carnes diversas. No se descarta un referéndum.
La comida tradicional de Oaxaca es tenida como una de las mejores de México, y sus especialidades incluyen los tamales, los saltamontes fritos y el mole, una salsa de pimentón, ajonjolí, chocolate y otros ingredientes, a la que Italo Calvino dedicó un capítulo en su libro Bajo el sol jaguar. 'Es obvio que el capitalismo busca extender sus límites', denunció el joven pintor Guillermo Olguín, que llamó a cerrar filas. 'Oaxaca no es Monterrey ni Nuevo Laredo (muy influidas por la cultura estadounidense), y en eso reside su atractivo'.
El repudio del artista norteamericano Jonathan Barbieri, domiciliado en Oaxaca desde hace 20 años, fue más rotundo, casi de converso. 'El alimento biológico que proporciona el imperio a través de empresas como McDonald's, insípidas, sin características regionales, o únicas', explicó, 'crea una especie de alimentación conformista no sólo para el organismo sino también para el alma'. Destacados intelectuales y escritores, entre ellos Carlos Monsivais y Elena Poniatowska, se sumaron a la campaña.
Francisco Toledo preside el Patronato Pro Conservación del Patrimonio Cultural y Natural de Oaxaca, y entregó al alcalde 7.000 firmas contra la instalación del restaurante en los portales de la plaza principal, que limitan con una impresionante catedral, y albergan a numerosos cafés y restaurantes. El Instituto Nacional de Antropología e Historia autorizó la instalación de McDonald's por considerar que no afectará al patrimonio cultural, y la alcaldía apunta la posibilidad de una consulta popular sobre el polémico proyecto. 'Si el presidente municipal (alcalde) convoca a un referéndum, estamos de acuerdo; vamos a trabajar para eso, nos sentaremos en la mesa y vigilaremos que sea limpio', reaccionó Toledo.
El primer McDonald's abrió en Ciudad de México el 29 de octubre de 1985, hasta instalar cerca de 180 que emplean a cerca de 8.000 jóvenes en todo el país: desde Acapulco, Cancún a Guadalajara. El activismo ciudadano que se alzó contra la contaminación visual atribuida al restaurante de comida rápida, apoyaría también el traslado a otras zonas de bancos, tiendas, y despachos y letreros con vistas a la plaza. '¡En defensa de nuestro patrimonio!, ¡Arriba el tamal!', sigue marchando la ciudadanía antihamburguesa, empanada en alto.