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TENIS | El lunes comienza el cuarto gran torneo de la temporada

Pete Sampras, el eslabón perdido hace dos años

'No me pregunten más sobre mi retirada. Al final del año próximo veré cómo están las cosas y tomaré una decisión'. El estadounidense Pete Sampras, el tenista más destacado de la última década, y uno de los más grandes de la historia, habló así el lunes, en vísperas de jugar su primer partido del torneo de Long Island, previo al Open de Estados Unidos. Al día siguiente, perdía contra el francés Paul-Henri Mathieu, un jugador que sólo empezó a destacar este año en el torneo de Roland Garros, y ganó después el de Gstaad (Suiza), pero no deja de ser aún una medianía en el circuito. En el mismo torneo neoyorquino, Mahieu eliminó después al español Alberto Martín y cayó lesionado ante Alex Corretja, cuando ya perdía por 5-2 en el primer set. Mahieu es un semidesconocido más que se pone las alas derrotando a una gloria en decadencia.

Sampras es actualmente el número 34 de la lista mundial. El dominador absoluto del tenis durante seis años ya no es un enemigo temible para nadie. La enorme potencia del juego actual, de la que él también sacó provecho con poco más de 20 años, se lo lleva ya por delante. Tiene 31 y ha dicho que tiene posibilidades de ganar otro gran torneo. 'Mi objetivo es ese y pienso que el Open puede ser una oportunidad, aunque lleve una mala temporada y sepa que los días de domino y de ser el número uno mundial se han terminado', dijo. Sampras no olvida que perdió las dos últimas finales del Open contra el ruso Marat Safin y el australiano Lleyton Hewitt, sus supuestos sucesores. Lejos quedan sus triunfos de 1990 (ante Agassi), 1993 (Pioline), 1995 (Agassi) y 1996 (Chang).

En principio, soñar con un quinto triunfo se trata de una legítima aspiración, y hasta loable. Pero en realidad quizá sólo sea un intento de romper el número 13 de triunfos que lleva en grandes torneos, cuatro de ellos, precisamente, en el Open. Sólo eso puede explicarlo porque empeñarse en seguir, salvo milagros, parece más que buscar otra hazaña empañar en precario un historial maravilloso. Sería bien simple, si no le gusta el 13, que haga como Ángel Nieto y los nombre como 12 + 1.

Retirarse a tiempo no es fácil, ni siquiera en deporte, pero en su caso, tras dos años sin grandes victorias, la última en Wimbledon 2000, y después de haberlo ganado todo, parecería evidente. Y sería bienvenido incluso por los admiradores de un jugador tan exquisito como humilde dentro y fuera de la pista.

Sampras jugará en Flushing Meadow como cabeza de serie número 17, lo que no deja de ser ya otra miseria. El español Albert Portas, número 85 mundial, tendrá la primera ocasión de probar sus fuerzas. Pete ha cambiado en los últimos meses hasta tres veces de entrenador. Dejó a Paul Annacone a finales de 2001, ya un año casi en blanco, y ha pasado por Tim Gullikson y el español José Higueras. Pero difícilmente sea ya un problema de entrenadores.

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