La policía da por hecho que los cadáveres de Soham son de las niñas desaparecidas
Ofrendas florales y mensajes de pésame se amontonaban ayer a pocos metros del lugar donde el sábado se descubrieron los cuerpos sin vida de las niñas británicas Jessica Chapman y Holly Wells, de 10 años. La escena se repetía en la iglesia de San Andrés, de Soham, la localidad situada a unos diez kilómetros del trágico hallazgo donde vivían las niñas y donde la población se unió en un emotivo servicio ecuménico en apoyo a sus familias.