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'Si Aznar quiere guerra, la izquierda aberzale le contestaremos con lucha'

Maribel Marín Yarza

Más de 10.000 personas, aunque ni la organización ni la policía municipal ofrecieron cifras concretas, se movilizaron ayer en San Sebastián en contra de la ilegalización de Batasuna en una manifestación que terminó con amenazas al Gobierno. 'Si Aznar quiere diálogo y acuerdo, la izquierda aberzale le responderá con diálogo y acuerdo. Pero si Aznar quiere guerra, la izquierda aberzale y Euskal Herria le contestaremos con lucha. La lucha es el único camino que nos queda', dijo el miembro de la Mesa Nacional Joseba Álvarez.

La manifestación, que concentró a un número de asistentes similar a otras convocatorias de la organización radical, arrancó a las 17.30 del Boulevard donostiarra. A su cabeza, portando una pancarta con el lema 'Faxismoari stop. Demokrazia Euskal Herriarentzat' (Stop al fascismo. Democracia para Euskal Herria), caminaba el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, junto al también dirigente de la formación Joseba Permach. Por detrás, los manifestantes hicieron al principio un ejercicio de contención y midieron sus consignas. Corearon gritos en favor de la independencia, amenazas a la Ertzaintza y lemas para reclamar 'la lucha como única vía'. Pero no hubo vivas a ETA en el recorrido, al contrario de lo que sucedió el año anterior en la manifestación con la que la formación independentista abre cada año las fiestas donostiarras.

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En aquella ocasión, la movilización se convirtió en una marcha de apoyo a ETA y de homenaje a Olaia Castresana, la etarra que murió en Torrevieja al estallarle su bomba. De hecho, aquellas imágenes se enviaron como prueba a la fiscalía para sumarlas a una causa abierta contra Otegi por presunta exaltación del terrorismo. Ayer, hasta que finalizó el acto político, no ocurrió tal cosa.

La marcha transcurrió con normalidad hasta que unos ciudadanos increparon a los manifestantes. Entonces los simpatizantes de Batasuna arremetieron contra ellos y contra un cámara, al que zarandearon. La Ertzaintza pidió explicaciones a Otegi.

En el acto político, Álvarez, único dirigente que tomó la palabra, auguró que la ilegalización de su formación puede crear 'un clima muy duro este otoño'. Tras su advertencia a Aznar, pidió al PNV que no acuda al pleno del Congreso del día 26 que tratará sobre la ilegalización. '¿A qué va? ¿A legitimizar con su presencia la decisión de ilegalizar a Batasuna?', recalcó.

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Luego subrayó que 'cuando a un pueblo se le cierran todas las puertas para un acuerdo, le queda sólo una alternativa, la muerte o la independencia. Independencia o morir, es nuestro lema', subrayó. El mitin acabó y entonces se escucharon con claridad vivas a ETA.

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