Zapatero llevará la ruptura al Congreso

La actitud del Gobierno tras la huelga del 20 de junio con respecto a los sindicatos será objeto de crítica muy fuerte por parte del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, en el debate del estado de la nación del próximo 15 de julio.

El PP ha dejado para después de ese debate su reunión con los sindicatos de manera deliberada, para no echar más leña al fuego antes de que el presidente del Gobierno, José María Aznar, suba a la tribuna de oradores del Congreso para dar cuenta de su gestión. A Zapatero le parece reprobable que el presidente no se haya reunido con los do...

La actitud del Gobierno tras la huelga del 20 de junio con respecto a los sindicatos será objeto de crítica muy fuerte por parte del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, en el debate del estado de la nación del próximo 15 de julio.

El PP ha dejado para después de ese debate su reunión con los sindicatos de manera deliberada, para no echar más leña al fuego antes de que el presidente del Gobierno, José María Aznar, suba a la tribuna de oradores del Congreso para dar cuenta de su gestión. A Zapatero le parece reprobable que el presidente no se haya reunido con los dos líderes sindicales tras la huelga general.

'La carta que les ha remitido es de muy mal estilo', dijo el líder del PSOE en Tele 5. 'El presidente encuentra tiempo para hacer bromas y presentar libros, pero no para reunirse con los sindicatos', le reprochó Zapatero.

Según el análisis del PSOE, el decretazo es una de las medidas más graves que ha tomado el Gobierno del PP, ya que supone un importante recorte de derechos, por lo que los socialistas no cesarán en sus críticas.

No obstante, la dirección del PSOE todavía no ha decidido qué actitud tomará cuando el decreto-ley se tramite como proyecto de ley, después de las vacaciones parlamentarias.

En la Ejecutiva federal hay una corriente mayoritaria favorable a no presentar textos alternativos al decreto, por lo que todas sus enmiendas al articulado irían acompañadas de la palabra 'supresión'. Se trataría así de convertir las enmiendas parciales en una exigencia de retirada del decreto, mostrando el absoluto rechazo a su contenido.

Zapatero quiere su retirada, no su reforma. Y el secretario general de UGT, Cándio Méndez, ya ha advertido de que, aunque 'agradece' las enmiendas que pueda presentar la oposición para 'limar' algún aspecto del decreto, las modificaciones parciales serán insuficientes.