'Tenemos que olvidar el pasado y mirar a Indonesia con otros ojos'

En tan sólo 25 años, un brevísimo periodo en la historia de cualquier país, Timor Oriental ha conocido lo que es ser una colonia de una potencia europea, un país independiente, un territorio ocupado militarmente y reclamado por una potencia asiática y de nuevo independiente. José Ramos-Horta, premio Nobel de la Paz y ministro de Exteriores de la ex colonia portuguesa y ex territorio ocupado por Indonesia, pidió ayer en Madrid ayuda para levantar la economía de uno de los países más pobres del mundo y tendió la mano al Gobierno de Yakarta para olvidar el pasado. 'A pesar de los horrores de 25 años de opresión, tenemos que olvidar y ver a Indonesia con otros ojos', señaló el ministro, quien se mostró convencido de que la relación con Yakarta será 'compleja y muy difícil', aunque la calificó de 'prioridad' de su Gobierno.

A pesar de los elogios a la actual presidenta indonesia, Megawati Sukarnoputri -'es una mujer de una gran integridad'-, Ramos-Horta advirtió de que hay sectores de poder en su poderoso vecino que no se resignan a aceptar la independencia de Timor -ocurrida el pasado 20 de mayo-, impuesta por la comunidad internacional. 'En Indonesia, un país que nunca sufrió una derrota en su historia, algunos sectores tienen un fuerte resentimiento por la independencia de Timor Oriental. Estos sectores se consideran las víctimas y consideran que somos los timorenses los que tenemos que pedir perdón'.

Con cerca de un millón de habitantes, de mayoría católica -frente a los 200 millones de musulmanes de Indonesia-, Timor Oriental busca apoyos y alianzas que garanticen la estabilidad en su zona. 'Yo llevo personalmente las relaciones con Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, y además, está Australia, que es estratégica no sólo para nuestro desarrollo, sino también para nuestra defensa'.

De hecho, los 1.500 hombres que en la actualidad forman el Ejército timorense han sido entrenados por australianos, portugueses y estadounidenses. 'Vamos a desarrollar además una cooperación militar con Australia, China y Corea del Sur, y espero que en algunos años también sea posible con el Ejército de Indonesia. Si logramos que llegue ese momento sería la mejor garantía de confianza y seguridad para nosotros'.

Estrategia ibérica

En la planificación de la estrategia exterior de Timor, la península Ibérica juega un papel de primer orden. 'Junto a Filipinas, Timor Oriental es el único país de mayoría católica en el Sureste Asiático, como resultado de la presencia portuguesa y española. Además, en los aspectos sociales es evidente esta presencia ibérica. Una concertación de esfuerzos de España y Portugal tendría un impacto muy positivo en el desarrollo de Timor para hacer que nuestro país sea viable', señaló Ramos-Horta, quien añadió que 'hay sectores en los que España puede ayudar mucho, sobre todo pesca, turismo y recursos humanos'.

Ramos-Horta se mostró convencido de que no habría ningún recelo por parte de Portugal a una decidida intervención española en el desarrollo de su país y destacó que en el sector pesquero Timor constituye una buena plataforma para que la flota española incremente su presencia en Asia, de la misma manera que el territorio puede servir como vía de penetración para los mercados australiano y japonés.

El premio Nobel de la Paz destacó que la prioridad de su Gobierno, presidido por el líder independentista Xanana Gusmao, es crear empleo y reducir la pobreza de manera urgente 'para garantizar la estabilidad del país'.

Ramos-Horta será recibido hoy por el ministro de Exteriores español, Josep Piqué, en lo que constituye el primer contacto a alto nivel de la diplomacia española con el nuevo país.