Renfe-Cercanías
El pasado jueves, como cada mañana, cancelo mi T-10 en el vestíbulo de la estación de Castelldefels y me siento a tomar el sol en un banco del andén, leyendo el periódico, mientras espero la llegada del tren que me conduce a mi trabajo. Ante mí, se presenta una interventora de Renfe que me exige el billete. Le contesto que estoy sentado en un banco de una estación sin cerrar, sin vallar, sin restricciones de paso y sin ningún cartel que indique que allí hay que llevar billete. Le explico que no tiene ningún derecho a que le muestre mi T-10, válida para '10 viajes'. Que estos mismos bancos se llenarán, horas más tarde, de jubilados que toman el sol, y que en los andenes hay incluso un bar donde los transeúntes puede entrar libremente a tomar un café.
Le indico que le enseñaré el billete en el interior del tren y la interventora me contesta que se lo dirá a un superior. Efectivamente, un minuto más tarde se presentan ante mí seis personas, dos interventores, otras dos sin uniforme y dos miembros de seguridad uniformados. Ante mi estupor, sacan un móvil y reclaman la presencia de la policía.
Posteriormente un empleado de las oficinas de la estación de Sants me aclara: Renfe tiene absoluto derecho a exigir el billete en los andenes de una estación abierta al publico, también a los jubilados que toman el sol, y por supuesto se lo puede reclamar a quien toma un café en el bar del andén. Semejante despropósito...
