CARTAS AL DIRECTOR

Me ha venido

Deslumbrado por las excelencias prometidas en los medios de comunicación del kit ADSL de Telefónica (ya saben, el chico ese tan simpático de la barbita y su amigo navegando por Internet a todas horas), decidí en mala hora solicitarlo en mi domicilio. Lo recibo al cabo de unos días, y la prueba no puede ser más negativa: la velocidad sideral prometida era manifiestamente inferior a la conseguida con mi módem de toda la vida, sin contar con que el aparato fallaba más que una escopeta de feria. Primer contacto con el 1004: un técnico me dice que quizás mi problema es que yo viva demasiado ...

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Deslumbrado por las excelencias prometidas en los medios de comunicación del kit ADSL de Telefónica (ya saben, el chico ese tan simpático de la barbita y su amigo navegando por Internet a todas horas), decidí en mala hora solicitarlo en mi domicilio. Lo recibo al cabo de unos días, y la prueba no puede ser más negativa: la velocidad sideral prometida era manifiestamente inferior a la conseguida con mi módem de toda la vida, sin contar con que el aparato fallaba más que una escopeta de feria. Primer contacto con el 1004: un técnico me dice que quizás mi problema es que yo viva demasiado alejado de una centralita (sic).

Procedo a la devolución dentro del plazo indicado, pero mis peores presagios se cumplen al cabo de un mes: me ha venido la factura, incluyendo una sustanciosa cantidad en concepto de alta (¿pero no decían en la propaganda que era gratis?), y la cuota del servicio, que evidentemente no se me había prestado.

¡Que no cunda el pánico! Pensé: al fin y al cabo, Telefónica pone a disposición de sus sufridos clientes un número de atención para resolver estas cuestiones. Llamo al 1004 y planteo mi queja, procediendo mientras tanto a devolver la factura indebida.

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A los pocos días, notificación de Telefónica amenazándome con el corte del suministro y otras vejaciones si no pago; y mientras tanto, más reclamaciones al 1004 y por Internet sin ningún resultado: al parecer no encuentran el kit que les devolví, y ahora me dicen que quizás hubiese sido mejor enviarlo por correo certificado (pagando yo, claro está).

Cuando, en mi desesperación, estoy empezando a plantearme acciones legales contra la compañía, resulta que ya ha transcurrido otro mes, y puntual a su cita llega una nueva factura. ¿Habrá recapacitado Telefónica en su afán recaudador? No, ahí está de nuevo el cargo por el servicio no prestado. Me ha venido otra vez.

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