El 27% de las 2.000 plazas de verano en geriátricos ha quedado vacante

El 27% de las 2.000 plazas para estancias veraniegas en geriátricos, ofertadas este año por la Comunidad de Madrid para facilitar un descanso a las familias que cuidan de sus mayores, ha quedado vacante. A la convocatoria, difundida en los centros de servicios sociales y cerrada el pasado 28 de febrero, se presentaron 1.619 solicitudes, pero sólo 1.470 han sido aceptadas porque el resto (149) eran de ancianos que no reunían los requisitos, la mayoría por precisar cuidados hospitalarios.

Es el segundo año que sobran plazas en este programa de estancias temporales de un mes, a elegir entr...

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El 27% de las 2.000 plazas para estancias veraniegas en geriátricos, ofertadas este año por la Comunidad de Madrid para facilitar un descanso a las familias que cuidan de sus mayores, ha quedado vacante. A la convocatoria, difundida en los centros de servicios sociales y cerrada el pasado 28 de febrero, se presentaron 1.619 solicitudes, pero sólo 1.470 han sido aceptadas porque el resto (149) eran de ancianos que no reunían los requisitos, la mayoría por precisar cuidados hospitalarios.

Es el segundo año que sobran plazas en este programa de estancias temporales de un mes, a elegir entre el 1 de julio y el 31 de octubre, en residencias públicas y concertadas. En 2001 sólo se ocupó el 50% de las 2.000 camas disponibles: se recibieron 1.500 solicitudes y se aceptaron 1.100.

La directora general del Mayor, María Isabel Muñoz-Caballero, considera que este bajo nivel de ocupación puede deberse a que la demanda 'está estabilizada'. 'Quizá ofreciendo 2.000 plazas nos hemos fijado un objetivo demasiado alto', opina. 'Lo cierto es que hemos difundido el programa en todas partes y el número de solicitudes ha sido similar al del año pasado', añade.

'A las familias que cuidan de sus mayores les cuesta mucho despegarse de ellos, y los propios ancianos son muy reacios a ser institucionalizados, aunque sólo sea por 30 días. Suele ocurrir que el cuidador, a pesar de haber entrado en este programa de respiro, no se va de vacaciones y acude cada día a la residencia a ver al mayor, pero aun así le sirve de descanso', advierte Muñoz-Caballero. Ante la existencia de vacantes, la Dirección General del Mayor se está planteando aceptar otras 120 solicitudes que se presentaron fuera de plazo.

316 euros al mes

Los ancianos pagan por la estancia hasta el 80% de su pensión. Cada plaza le cuesta a la Comunidad 1.314,77 euros al mes, y los mayores cubren con su aportación una cuarta parte de esa cuantía (316 euros de media); el resto está subvencionado.

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Para acceder a este programa hace falta que el anciano resida en Madrid, que sea atendido por sus familiares y que tenga cumplidos los 60 años y precise de asistencia diaria (o simplemente que sea octogenario). No se acepta a los mayores con enfermedades contagiosas o con dolencias que requieran atención hospitalaria.

En el caso de que hubiera más solicitudes que camas (algo que hasta ahora no ha sucedido), las plazas se concederían a los ancianos con mayor puntuación según un baremo ya establecido. En dicho baremo se tiene en cuenta la edad, el nivel de autonomía, las relaciones de convivencia y la situación económica. La máxima valoración en cada uno de esos apartados (50 puntos) la obtienen los mayores con 80 años o más, los que precisan ayuda para la vida diaria, aquellos cuyos cuidadores tienen también a su cargo a otro anciano o a un discapacitado y los que ganan al mes hasta 300,50 euros.

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