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CiU expresa su malestar por la presión del PP para que apoye la ilegalización de Batasuna

Un centenar de fundadores de Convergència firman un manifiesto de apoyo a Mas

CiU expresó ayer su malestar por la presión del Gobierno del PP para que el nacionalismo catalán moderado apoye la ilegalización de Batasuna. El secretario general de Convergència Democràtica (CDC), Artur Mas, afirmó ayer que el debate sobre el proyecto de ley de partidos políticos, con el que el Gobierno de Aznar quiere dejar a Batasuna fuera de la legalidad, está mostrando que el PP tiene 'tics antidemocráticos'. Esto es lo que aparece, argumentó, cuando el PP sostiene que los demócratas tienen que estar de acuerdo con ellos, o no son demócratas.

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Mas, que es también conseller en cap del Gobierno de Jordi Pujol, aseguró ayer que CiU no se dejará presionar por el PP para votar a favor del proyecto de ley de partidos políticos y recordó a sus aliados conservadores que 'en cuestiones de pedigrí democrático, hay fuerzas políticas que los superan claramente'.

Con estas palabras Mas respondía al presidente del PP en Cataluña, Alberto Fernández, quien había considerado 'incomprensible' que CiU no apoye una ley a sabiendas de que 'quiere ilegalizar a los violentos, no las ideas, sean o no nacionalistas'. Fernández afirmó también que CiU 'sabe que debe ser primero demócrata antes que comprensiva con el PNV y Arzalluz'.

El PNV se ha mostrado frontalmente opuesto a la ilegalización de Batasuna, pero CiU ha mantenido una posición más ambigua. Se ha refugiado en la indefinición, a la espera de que haya un acuerdo entre el PP y el PSOE sobre el proyecto. Por esta razón, Mas contraatacó y afirmó que el PP 'tiene estos tics antidemocráticos: los que están con nosotros son los demócratas, y los que no están con nosotros, no son demócratas'. Añadió además que 'en algunos momentos de la historia reciente el PP ha utilizado el terrorismo por intereses puramente partidistas y electorales, lo que yo no he hecho nunca. Por lo tanto, en cuanto a pedigrí, que vigilen porque hay fuerzas políticas que los superan claramente'.

Mas recibió ayer el apoyo deun centenar de afiliados de Convergència desde la fundación del partido. Bajo el título Nos mantendremos fieles a Convergència, los firmantes alaban a Mas y explicitan su apoyo personal a su candidatura a la presidencia de la Generalitat. 'Al igual que Pujol', dicen, 'Mas pone a Cataluña y a las personas por encima de todo. Es un hombre de convicciones profundas. Ama al país y a su gente. Tiene la fuerza y el impulso de la juventud. Nos gusta. Le prestaremos apoyo'.

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Entre los firmantes del documento llama la atención la ausencia del antecesor de Mas en la secretaría general de CDC, Pere Esteve, actualmente eurodiputado de CiU.

La manifestación pública de este apoyo a Mas desde las filas de su propio partido llega en un momento en el que tanto desde el ámbito nacionalista como desde el conservador los rivales de CiU, que en uno u otro momento han sido también sus aliados, se esfuerzan por compartir el legado de Pujol. Josep Lluís Carod, secretario general de ERC, el partido que en 1980 contribuyó decisivamente a que Pujol alcanzara la presidencia de la Generalitat, se ha revindicado como heredero de la primera etapa de gobiernos de CiU, a los que atribuye una tendencia socialdemócrata.

También el principal dirigente del PP de Cataluña, Josep Piqué, que fue director general de Industria en uno de los gobiernos de Pujol, ha reivindicado para los conservadores la herencia de CiU, pero en su caso basándose en los seis años de colaboración parlamentaria tanto en Madrid como en Barcelona.

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