Progreso sostenible
El Gobierno Valenciano ha elaborado el anteproyecto de Ley de Ordenación del Territorio y del Suelo No Urbanizable partiendo de la idea fundamental de que nuestro territorio debe ser considerado como un recurso natural, escaso y frágil. Con este objetivo, la LOT facilita todos los mecanismos para hacer compatible el uso prudente del territorio y la utilización racional de los recursos naturales, con la preservación de los valores culturales y naturales. La LOT nace con una vocación claramente resolutiva, frente a la ley de 1989 cuya aplicación ha sido escasa.
Se abandona la idea de una ordenación del territorio rígida, íntimamente ligada y dependiente de la macro-planificación económica, que estuvo en auge en la década de los ochenta, y se apuesta por planteamientos basados en estrategias territoriales, que se justifican en la voluntad de identificar la vocación de las distintas partes del territorio para garantizar la sostenibilidad a largo plazo y mejorar su competitividad. La ley se empeña en un proyecto de progreso sostenible que vertebre nuestra Comunidad, haciéndola competitiva en el marco del Estado y del Arco Mediterráneo Europeo, como suma de los proyectos individuales y colectivos de sus ciudadanos y con un único fin: la mejora de la calidad de vida.
La ordenación es pues pieza fundamental para abordar de manera directa y eficaz distintos aspectos (tales como el litoral, el agua, la protección de la huerta o la prevención de riesgos naturales) cuya incidencia en el territorio es evidente. Estas cuestiones se abordan a partir de unos objetivos y principios que la LOT recoge como normas de aplicación directa. Para poder llevarlos a cabo, la LOT establece una serie de instrumentos de ordenación a partir de un sistema de planeamiento sencillo, útil y flexible.
Estos instrumentos se concretan en un modelo territorial que establecerá las grandes estrategias y en un conjunto de planes de acción territorial de carácter sectorial o integrado, para zonas específicas de actuación. Además, se propone la creación del Observatorio Permanente del Territorio y se introduce la nueva figura de los Estudios de Localización e Impacto Territorial para enriquecer los fundamentos necesarios a la hora de decidir sobre el uso del territorio. En la elaboración del anteproyecto se ha dado una amplia participación ciudadana e institucional.
En definitiva, creo sinceramente que este anteproyecto de ley es una apuesta valiente para afrontar, despejar y resolver las lagunas que siempre ha planteado la disciplina de la ordenación del territorio, ofreciendo instrumentos y estableciendo principios que permiten dar una respuesta coherente a partir de la reflexión global sobre nuestro territorio.
José María Benlliure es director general de Urbanismo y Ordenación del Territorio.