El Síndic revela que la Diputación de Valencia pagaba con nueve meses de retraso en 1999

El informe de fiscalización presume que la partida de nóminas se abona puntualmente

Los proveedores de la Diputación de Valencia sufren para cobrar sus facturas. El informe de fiscalización de las cuentas de las corporaciones locales del año 1999 elaborado por la Sindicatura de Comptes revela que la Diputación de Valencia pagaba con un retraso medio de 279 días, algo más de nueve meses. El informe recuerda que las nóminas se incluyen en el capítulo de pagos y 'presume' que los gastos de personal se abonan 'con puntualidad mensual'. El plazo medio de pago del conjunto de las corporaciones locales valencianas ronda los cinco meses.

El Síndic refleja los datos generales d...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los proveedores de la Diputación de Valencia sufren para cobrar sus facturas. El informe de fiscalización de las cuentas de las corporaciones locales del año 1999 elaborado por la Sindicatura de Comptes revela que la Diputación de Valencia pagaba con un retraso medio de 279 días, algo más de nueve meses. El informe recuerda que las nóminas se incluyen en el capítulo de pagos y 'presume' que los gastos de personal se abonan 'con puntualidad mensual'. El plazo medio de pago del conjunto de las corporaciones locales valencianas ronda los cinco meses.

El Síndic refleja los datos generales de la liquidación del presupuesto de cada corporación y sólo hace comentarios generales en la introducción del informe. En ese punto explica que el plazo medio de pago del conjunto de las entidades fiscalizadas 'se cifra en 151 días, lo que puede resultar excesivo para la parte relativa a acreedores'. Pero el caso de la Diputación de Valencia, que Fernando Giner preside precisamente desde 1999, se lleva la palma.

Los problemas de gestión que refleja tal plazo se extienden a la ejecución de los cobros. Según el Síndic, la Diputación de Valencia tarda en cobrar una media de 257 días, ocho meses y medio.

Los tiempos ni siquiera admiten comparación con las corporaciones provinciales de Alicante y Castellón. La Diputación de Alicante, que preside Julio de España, paga con un retraso medio de 84 días, casi tres meses. Pero es mucho más ágil a la hora de cobrar, con un retraso medio de 34 días.

La fiscalización de las cuentas de la Diputación de Castellón, que preside Carlos Fabra, arroja un resultado sorprendente, puesto que paga con un retraso medio de 70 días, poco más de dos meses, mientras que cobra con un retraso de 127 días.

Tal vez por esa razón, el endeudamiento 'explícito por habitante' de los vecinos de Castellón se eleva algo más de 190 euros (32.010 pesetas); mientras que cada valenciano debe a cuenta de la Diputación 123 euros (20.493 pesetas); y los alicantinos apenas tendrían que aportar 61 euros (10.140 pesetas) por habitante, para liquidar la deuda de su corporación provincial.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El Síndic, en las recomendaciones genéricas a todas las corporaciones locales, recuerda que es importante garantizar la 'cobrabilidad' de los ingresos pendientes que se arrastran de ejercicios anteriores para evitar falsear las cuentas. Y en ese capítulo, la Diputación de Valencia también destaca sobre las otras dos corporaciones provinciales. Según la liquidación de los presupuestos de 1999 que recoge el informe, la Diputación de Valencia, con un presupuesto global de 360 millones de euros (casi 60.000 millones de pesetas), mantenía vivos ingresos pendientes de ejercicios anteriores por un total de 60 millones de euros.

En 1999, la Diputación de Valencia no cobró otros 45 millones de euros que mantiene como pendientes. Pero, sobre todo, dejó de pagar más de 90 millones de euros.

La Diputación de Alicante también dejó de pagar más de 18 millones de euros que arrastró al ejercicio de 2000, casi el doble de los 10 millones de euros que dejó de ingresar. Pero apenas mantiene un millón de euros pendiente de ingreso de ejercicios anteriores.

La Diputación de Castellón, sin embargo, no ingresó 18 millones de euros pero sólo dejó de pagar 10, que arrastró al año siguiente y que hay que sumar a los 6 de años anteriores.

Archivado En