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CUMBRE DE BARCELONA

Aznar asegura que 'la reforma de las economías europeas es ya irreversible'

El presidente del Gobierno afirma que 'España ha dejado de ser hoy una isla en Europa'

El presidente del Gobierno español, José María Aznar, se mostró ayer satisfecho de los resultados del Consejo Europeo de Barcelona, que, aseguró, relanzan el proceso de reforma de las economías europeas de modo irreversible. Como presidente de turno de la Unión Europea, hizo un repaso general a las conclusiones de la cumbre, pero se detuvo especialmente en lo logrado en materia de liberalización e integración de los mercados de la electricidad y del gas, donde encontró pie para decir: 'Hoy podemos afirmar que España ha dejado de ser una isla en Europa'.

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Aznar se refería con estas palabras al compromiso alcanzado por los Quince de elevar para 2005 el nivel mínimo de las interconexiones eléctricas entre sus respectivos países hasta el 10% de su capacidad de producción instalada, a fin de permitir el objetivo último de que quien quiera desde el extremo sur del continente contratar su electricidad en el extremo norte pueda hacerlo.

España alcanzó ya acuerdos concretos con Francia para mejorar la situación en ese sentido durante la última cumbre bilateral celebrada en Perpiñán el pasado mes de octubre. No obstante, aludiendo a los Pirineos como barrera -las conclusiones del Consejo mencionan también el objetivo de reducir los cuellos de botella pirenaicos en materia de transportes-, y quizás a los cortes de luz registrados el pasado mes de diciembre, el presidente reconoció que los compromisos de ayer citados 'son especialmente importantes para Barcelona y para Cataluña'. Concluyó que la fatídica insularidad española es ya cosa pasada.

Pocas valoraciones políticas más ofreció durante una conferencia de prensa en la que repasó íntegramente las conclusiones finales del Consejo y pareció más interesado en marcharse pronto que en convencer de sus valoraciones, porque dijo que había trabajado mucho.

'Decisión trascendental'

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El hecho es que cortó la sesión informativa al cabo de una media docena de preguntas, antes de lo que correspondía a una intervención como presidente de turno de la Unión en la que le acompañaban el alto representante para la PESC, Javier Solana, y el presidente de la Comisión, Romano Prodi.

En el tema esencial de la energía eléctrica, calificó el compromiso alcanzado de 'decisión transcendental' que ha producido 'un paquete liberalizador extraordinariamente importante'. 'Pasar de un nivel cero de liberalización a liberalizar el 70%, ya que, aunque en las conclusiones hemos escrito el 60% por prudencia, estoy convencido de que el efecto de las medidas será mayor, me parece relevante', añadió. Según la estadística de la Comisión, la apertura media actual de los mercados comunitarios es del 66%.

Con respecto al tercio restante del mercado, el integrado por los pequeños usuarios, al que no se le ha podido fijar un calendario de liberalización debido a la oposición de Francia, destacó que el consejo había ordenado que prosiguiera el debate y que se tomen decisiones antes de la primavera del año que viene, con lo que, dijo Aznar, el cauce político para proseguir la apertura está garantizado.

Compromisos

El presidente del Gobierno evitó señalar a Francia como responsable de que no se haya avanzado más, aunque un periodista le invitó a hacerlo. 'En los Consejos Europeos hay que llegar a compromisos, y todos hemos hecho un esfuerzo para seguir adelante', advirtió.

'En Lisboa se acordó hacer de Europa el espacio más moderno, más abierto y más flexible del mundo', recordó. 'El proceso estaba bloqueado. Permítanme decirles que, tras Barcelona, la reforma de las economías europeas es irreversible'.

Romano Prodi corroboró que el Consejo había sido 'extraordinariamente positivo', destacó como un plus 'inesperado' el acuerdo político alcanzado en torno al proyecto de navegación vía satélite Galileo, y moderó la valoración general con esta frase: 'Dadas las circunstancias, esto es lo que se podía conseguir, y se ha conseguido'.

También puso empeño en rechazar que el Ejecutivo comunitario haya tratado de contentar a Francia con el compromiso de regular el servicio público para vencer la resistencia francesa a la liberalización del mercado eléctrico. 'No se puede presentar el interés general como una concesión hecha a un país determinado. La Comisión siempre ha estado preocupada por el interés general y no va a convertirlo en un regalito', añadió Prodi.

REUTERS

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