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Crítica:LIBROS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La mancha del bienestar

Las provincias españolas no convergen hacia niveles similares de renta per cápita y bienestar. Y ello, pese a la homogeneización en las condiciones productivas y a que todas ellas han entrado en la segunda mitad del siglo XX en una senda de progreso general. En España hay claramente dos grupos de provincias: aquéllas con un nivel de renta per cápita y bienestar superior a la media nacional, concentradas en el noreste, además de Madrid, y, el resto, por debajo de la media. Y entre ambas hay una brecha que la intervención pública ha ayudado a estrechar, pero que no se cierra.

La Fundación BBVA acaba de publicar una fotografía económica de las provincias españolas. El trabajo, desarrollado por dos investigadores del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, consta de dos volúmenes en los que se da cuenta del proceso de capitalización y crecimiento de las provincias, así como de los niveles de desigualdad y de convergencia.

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Hoy, Madrid mantiene la ventaja de ostentar la capital del Estado y el cuadrante noreste la de su proximidad a la frontera francesa y la actividad turística que proporciona el litoral. Ello provoca un aumento de la capacidad de atraer actividad al arco mediterráneo y al valle del Ebro y, en un fenómeno de retroalimentación, aumentan también su capacidad de generar renta y empleo. El resto de las zonas españolas, con paro más elevado y menores tasas de actividad, irremediablemente se quedan a la zaga, pese a la convergencia en productividad que se da entre las provincias a partir de los ochenta y al efecto paliativo de la inversión pública. Su peor punto de partida y las dificultades que tienen para actuar como centros económicos y demográficos capaces de aglomerar más rápidamente actividad pesan como un lastre.

Así, los autores de la investigación identifican la concentración como uno de los fenómenos clave en la geografía económica de España. La España del bienestar se extiende por el noreste como una mancha continua, de forma que provincias de menor actividad como Teruel o Huesca, por ejemplo, se han contagiado del mayor dinamismo de sus vecinas.

¿Se parecen las provincias españolas más entre ellas que en los años cincuenta? Según los datos de la investigación, las diferencias en el volumen de población o de actividad se han ampliado, así que hoy son más diferentes en cuanto a tamaño económico que hace 50 años. Si se tiene en cuenta, sin embargo, la renta per cápita y la productividad, se puede afirmar que las provincias españolas son hoy claramente más parecidas que en 1955, pero lo son mucho más en términos de productividad del trabajo, en la que convergen a buen ritmo desde 1979, que en términos de renta per cápita, en los que la convergencia se detuvo a partir de 1979, cuando se estancaron los flujos migratorios.

Los dos volúmenes exponen con abundancia de datos los rasgos más relevantes de la acumulación y el crecimiento de las provincias españolas. La investigación conluye, entre otras cosas, con que las provincias menos avanzadas redistribuyen peor la riqueza, es decir, son menos igualitarias. A perro flaco, todo son pulgas.

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