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Entrevista:JOSÉ ÁNGEL HEVIA | Gaitero

'Para la música, la frontera de 2000 significa la aparición de la tecnología'

El asturiano José Ángel Hevia no concibe la vida sin un ordenador. Él fue el inventor de un instrumento al que bautizó como gaita multitímbrica, un ingenio que le permite, por medio de una computadora, transformarse en toda una banda de gaiteros o en una sección de cuerda con sólo apretar un botón. Hevia logró vender más de un millón y medio de su primer disco, Tierra de nadie (1998), y transformó la música tradicional asturiana e irlandesa en un bien de consumo masivo. El tercer disco-libro de la colección Un País de Música 2, titulado La Frontera de 2000, contiene uno de los temas de ese álbum. A sus 34 años, este artista, amante de la música popular, se convierte en un vehículo ideal para analizar la música española que dio paso al cambio de milenio.

Pregunta. ¿Qué significa musicalmente la frontera de 2000?

Respuesta. La aparición de la tecnología, sin duda. Yo soy un músico tradicional autodidacta pero que trabaja con un ordenador y una gaita midi. Antes sólo me hacía falta la navaja de Taramundi con la que afinaba la gaita tradicional. Pero la llegada de la tecnología ha sido una revolución para los músicos. Es como la aparición del pianoforte en el siglo XVIII, que vino a sustituir al clave. Estoy seguro de que cualquier músico de la antigüedad, si tuviera a su alcance un ordenador, lo utilizaría.

P. ¿Pero no es un poco frío para un arte que debe ser todo emoción y más cuando hablamos de música tradicional?

R. La gente se cree que con un ordenador basta con apretar un botón y ya sale todo. Pues no, es un trabajo muy creativo y muy artesanal.

P. ¿Cómo ve la música española de esos años, de la última mitad de la década de los noventa, en la que usted se incluye también?

R. Mi opinión es que España va a remolque de lo que pasa fuera, en Europa. No me refiero sólo a la música pop que llega de Estados Unidos y del Reino Unido. Me refiero a toda la música. Aquí se empezó a descubrir la música étnica en 1998 y también la gaita. Todos los ejembes (tambores africanos) que utilizan los jóvenes en las calles... Eso era una moda en Francia hace 10 años. Creo que no se descubre gran cosa en España. Pero aquí se hace muy buena música. Los músicos españoles se pueden mirar cara a cara con cualquier músico del mundo.

P. Pero los sonidos celtas también llegaron a remolque de los aires que venían de Irlanda.

R. Es cierto. Aquí hubo dos oleadas de música celta. Una, en la primera mitad de los setenta. Nosotros entonces éramos unos críos pero empezábamos a escuchar... Luego vinieron unos años sin mercado folk pero se estaba gestando toda una generación de miles de personas dispuestas a pasar esos sonidos de las aldeas a las ciudades. La segunda oleada llegó en 1994 de la forma más rara. En el festival de Eurovisión se presenta Riverdance, un espectáculo de música y danza irlandesa. Aquí vino el boom. Dos años más tarde aparecía Carlos Núñez, por ejemplo. Pero son miles las personas que hay detrás de este movimiento folk en España.

P. Carlos Núñez también aparece en este disco, justo en el corte posterior al suyo. ¿Cómo lleva esa competencia?

R. Yo no interpreto que entre nosotros haya competencia. Es más, él me ha abierto puertas. Además, hacemos una música bastante distinta. Pero lo importante es que hace falta más gente que se dedique a esto. Necesitamos una variedad tan amplia como la que tiene el flamenco. Cuantos más gaiteros existan, mejor.

P. Qué significa Busindre Reel, el título de la canción de este disco?

R. Busindre es una aldea del occidente asturiano de no más de 16 habitantes y Reel es un género musical de Irlanda y Escocia.

Canciones para el cambio de milenio

El tercer disco-libro de la colección Un País de Músia 2, titulado La Frontera de 2000, recorre, a través de 12 canciones, los sonidos de la última mitad de la década de los noventa en España. Esta nueva entrega contiene los éxitos Como Camarón, del dúo Estopa; Flaca, del argentino Andrés Calamaro; Quiero un camión, de Melón Diesel; La charla del pescado, de Juan Perro (Santiago Auserón); Busindre Reel, del gaitero Hevia; Amanecer, del también gaitero Carlos Nuñez; La última carta, de Los Cucas; La buena onda, de los cubanos Moneda dura; Train, de Undrop; Calle el hombre, ladre el perro, de Seguridad Social; Ya no quiero tu querer, de José el Francés, y Sueño su boca, de Raúl.

Este disco-libro se puede adquirir en los quioscos a partir de mañana y hasta el 10 de febrero por 5,95 euros (990 pesetas). El disco se puede comprar con o sin el periódico. La próxima entrega se titulará Los años del 600 (Volumen 2) y será un repaso a parte de la música española de los sesenta.

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