La suspensión de adopciones de niños chinos afecta a decenas de familias

El Gobierno de Pekín congela la recepción de expedientes tras autorizar 221 en tres años

El Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF) del Gobierno regional ha recibido una notificación oficial del Centro Chino de Adopciones en la que éste anuncia su decisión de 'suspender la recepción de expedientes' remitidos por las autoridades públicas españolas a partir del próximo 1 de diciembre. La medida afectará a decenas de familias madrileñas que están a la espera de recibir un bebé. En el documento, además, el Gobierno chino advierte de que la medida estará en vigor hasta que 'se hayan recibido los informes de seguimiento de las menores adoptadas en 1999 y 2000'; después, volver...

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El Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF) del Gobierno regional ha recibido una notificación oficial del Centro Chino de Adopciones en la que éste anuncia su decisión de 'suspender la recepción de expedientes' remitidos por las autoridades públicas españolas a partir del próximo 1 de diciembre. La medida afectará a decenas de familias madrileñas que están a la espera de recibir un bebé. En el documento, además, el Gobierno chino advierte de que la medida estará en vigor hasta que 'se hayan recibido los informes de seguimiento de las menores adoptadas en 1999 y 2000'; después, volverán a informar sobre la admisión de solicitudes.

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En el IMMF la noticia ha causado 'sorpresa', como explica Esperanza García, directora gerente de este organismo. 'Los casos de demora en el envío de informes de seguimiento a China son mínimos. Estimamos que ese retraso sólo afecta en estos momentos a una quincena de casos sobre un total de 221 niños chinos adoptados en los años 1998, 1999 y 2000. Esta documentación pendiente se enviará a China antes de que acabe el presente mes', añade García.

Ante esta suspensión de recepción de expedientes, los ya iniciados (varias decenas) quedarán congelados, aunque una reciente decisión del Gobierno regional puede abrir una nueva vía de esperanza a las personas que se encuentran inmersas en un proceso de adopción. A partir de ahora, el Ejecutivo que preside Alberto Ruiz-Gallardón permitirá a las familias cursar una segunda petición de adopción cuando el país receptor de la primera la haya paralizado por circunstancias sociopolíticas. Para ello, la Comunidad va a modificar el decreto que, desde 1996, regula el funcionamiento de las instituciones colaboradoras de la adopción internacional, según anunció hace dos semanas el consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno, Manuel Cobo. Éste es el caso que ya sufren 100 familias madrileñas que han visto bloqueadas sus gestiones para adoptar un niño rumano. El Gobierno de Rumania ha decidido suspender los prohijamientos hasta que reforme el sistema de asignación. El IMMF cree que el problema del Gobierno chino es otro: hay más solicitudes de adopción que niños a la espera de encontrar una familia.

Esperanza García, directora del Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF), considera que 'el auténtico problema no es el seguimiento de las adopciones [como alega el Gobierno chino], sino la cantidad de solicitudes de adopción que recibe China'. Según el IMMF, 'la demanda supera las posibilidades de ese país, de donde procede la mayoría de los niños adoptados en el mundo'.

Las cifras oficiales que maneja el IMMF indican que hay más de 15.000 expedientes presentados en China para prohijar un niño, lo que, al ritmo de tramitación de los últimos años, podría bastar para encontrar familia a todos los pequeños que necesiten ser adoptados durante los años 2002 y 2003. 'Por ello, parece posible', dice García, 'que se acabe fijando una cuota por países, estableciendo una cantidad de casos para cada uno de ellos'.

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España es el tercer país que más expedientes tiene con China, por detrás de EE UU y Canadá. A estos tres Gobiernos y a diez más se les ha notificado esta especie de 'cautela' o 'moratoria', en palabras de García, para frenar un poco el número de adopciones. Según el IMMF, el primer paso para ralentizar ese aluvión de solicitudes lo tomó China el pasado verano, con la implantación de un nuevo reglamento que ponía reparos a personas de cierta edad y a los solicitantes individuales frente a las parejas.

La emisión en televisión, en 1996, de un documental británico titulado Habitaciones de la muerte en el que se denunciaba el abandono que sufrían los niños en varios orfanatos de Shanghai despertó una oleada de solidaridad con la situación de estos pequeños. La mayoría de los bebés abandonados son niñas, por lo que se calcula que ellas copan el 98% de las adopciones. Al gran número de bebés a la espera de encontrar familia se unió el hecho de que la tramitación en China era mucho más fácil que en otros países. Mientras que la mayor parte de los Gobiernos exigen una sentencia judicial, las autoridades chinas sólo piden cumplimentar un expediente administrativo que hasta ahora tardaba en resolverse poco más de un año y costaba a las familias alrededor de dos millones de pesetas.

Para evitar que las personas que se encuentran en proceso de prohijar sufran un parón en sus gestiones, la Comunidad de Madrid modificará su actual decreto sobre el funcionamiento de las instituciones colaboradoras de la adopción internacional para que quienes quieran adoptar un niño en un país extranjero puedan realizar una segunda petición. Ésta puede ser la solución, por ejemplo, para las 100 familias madrileñas que han visto bloqueadas sus gestiones para adoptar un niño en Rumania, al paralizar su Gobierno el proceso mientras reforma el sistema de asignación.

En la actualidad, 800 familias madrileñas tienen solicitada la adopción de un niño en el extranjero, según fuentes de la Consejería de Servicios Sociales. El año pasado, por primera vez, Europa del Este desplazó a América Latina como origen preferente de las adopciones internacionales a cargo de familias españolas. Un total de 1.439 prohijamientos internacionales, casi la mitad del total, se realizaron en 2000 en el Este europeo, según datos oficiales.

Esperando la llegada de Candela

Virginia será madre pero no sabe cuándo. Su espera no será de nueve meses. Le han dicho que, en el mejor de los casos, dentro de un año tendrá a su pequeña en los brazos. Virginia y su marido Alonso iniciaron hace siete meses los trámites para adoptar a una niña china. 'Queríamos una niña de menos de un año y nos dijeron que los trámites allí eran más faciles porque no hacía falta una sentencia judicial, sino que un expediente administrativo era suficiente', cuenta Virginia. 'Además, a nosotros la raza nos daba lo mismo. Hay gente que prefiere adoptar en países suramericanos o en países del Este por estética', opina. Virginia y Alonso han cumplimentado ya todos los pasos que marca el Gobierno regional en materia de adopciones: cursillos, pruebas con psicólogos, la declaración ante notario de que se es heterosexual y, al final, el certificado de idoneidad. Con el expediente en la mano, esta pareja acudió a una asociación especializada en adopciones en China que les hace de enlace. 'Nos han pedido muchas cosas: 12 fotos nuestras, de la casa en la que vivimos, de la habitación que tendrá allí la niña, de nuestra familia... En fin, de todo nuestro entorno', explica Virginia. 'Gracias a los cursillos a los que hemos acudido, Alonso y yo tenemos varias cosas muy claras: sobre todo, que un hijo biológico no es igual que uno adoptado aunque se le pueda querer tanto o más. Por eso debemos decirle, cuado tenga los años suficientes, que la fuimos a buscar porque su madre biológica no podía cuidarla. También hemos aprendido que el proceso de adopción es individual, que uno no puede pensar en tener un hijo para complacer al otro, que los dos miembros de la pareja tienen que tener muy claro qué es lo que buscan', agrega. 'Espero que la noticia de la paralización de las adopciones en China no retrase la llegada de nuestra niña. Nos han dicho que en un año estará con nosotros. Según la legislación, tendremos que viajar a Pekín y de allí a la provincia donde ella esté para recogerla. Será una estancia de 15 días', cuentan Virginia y Alonso. Aunque todavía tienen muchos meses por delante, ya lo han preparado todo, incluso el nombre: 'Se llamará Candela'.

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