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GUERRA CONTRA EL TERRORISMO

El FBI descarta que los ataques con ántrax sean obra de Bin Laden

Todos los indicios apuntan a un terrorista dentro de Estados Unidos

El FBI ha descartado 'casi por completo' que la ola de ataques con ántrax sea obra de Osama Bin Laden o de Irak. Todo apunta a un terrorista dentro de EE UU cuyo perfil encaja con el de un lobo solitario, un resentido con cierta formación científica que ha visto en los atentados de septiembre la oportunidad para perpetrar los suyos, desviando de paso la atención policial hacia terroristas extranjeros.

Los investigadores han llegado a esas conclusiones no porque tengan a un sospechoso, sino precisamente porque la falta de pruebas forenses -huellas dactilares o muestras de ADN- les han obligado a recapitular la investigación partiendo de pistas circunstanciales, como por ejemplo los rasgos de la escritura y el lenguaje de las tres cartas enviadas al presidente del Senado, Tom Daschle, al periódico New York Post y al presentador de la cadena NBC, Tom Brokaw.

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Todas son del mismo autor, quien, a juicio de James Fitzgerald, especialista del FBI, ha intentado encubrir su identidad utilizando frases como 'Alá es grande' o 'Muerte a Israel, muerte a América'. Lo que delatan, subraya, es lo contrario, porque si las hubiera escrito un musulmán lo habría hecho en árabe, como ha sido el caso en otras amenazas.

Sugieren por otra parte que el autor guarda un gran rencor contra sus víctimas. Pero lo que el FBI no sabe es si se deriva de un hecho en particular o de un odio general de naturaleza política o social que le haya hecho vengarse también de los mensajeros, es decir, de la prensa. 'Obviamente eligió cuidadosamente a sus víctimas, quiere vengarse de algo y tiene capacidad para producir ántrax', dijo el secretario de Justicia, John Ashcroft, confirmado la hipótesis principal de que casi seguro se trata de 'un terrorista doméstico'.

Es una hipótesis muy distinta a la que se barajaba hace semanas, centrada en la organización de Bin Laden, Al Qaeda, en Irak o en un laboratorio de la ex URSS. No obstante, el origen del ántrax, la cepa de la que procede, continúa siendo un misterio y una fuente de frustración tras cinco semanas de investigación, cuatro muertos y 13 infectados. Hay unos 22.000 laboratorios en el mundo que además del ántrax manipulan otros 35 a 40 patógenos letales, explicó ayer la senadora Dianne Feinstein.

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El refinamiento de la bacteria hallada en las tres cartas y en las oficinas postales por las que circularon se puede fabricar en un laboratorio que cuesta unos 2.500 dólares (unas 450.000 pesetas). Cualquiera con un conocimiento científico mediano lo puede tener en su casa, lo cual complica enormemente la búsqueda del culpable.

Por ello, el FBI ha solicitado la cooperación ciudadana difundiendo de nuevo la caligrafía de las cartas y una lista de conductas sospechosas a observar.

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