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Los talibán detienen a un periodista francés disfrazado con un 'burka'

Los talibán capturaron ayer al periodista Michel Peyrard, enviado especial del semanario Paris-Match, en una zona del este de Afganistán. El reportero había entrado en el país cubierto por un burka, el velo que envuelve enteramente el cuerpo de las mujeres afganas y sólo les deja una pequeña abertura para los ojos. Según la agencia afgana de prensa AIP, el periodista francés estaba en posesión 'de un teléfono vía satélite, un magnetófono y otros instrumentos de espionaje' en el momento de su arresto.

La misión del periodista consistía 'pura y simplemente en espiar'. 'No habrá clemencia para él', dijo un portavoz de los talibán citado por la agencia afgana. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores francés reconoció que no hay noticias del detenido y aseguró que su departamento ha dado instrucciones de tomar contacto con toda autoridad o interlocutor que permita su liberación sano y salvo.

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El reportero estaba acompañado por dos paquistaníes cuando los tres fueron interceptados. Peyrard fue trasladado a Jalalabad, donde ha sido entregado a los servicios de información de los talibán, y se ignora la suerte que hayan podido correr sus compañeros. La dirección y la Redacción de Paris-Match reclaman la libertad de Peyrard, que tiene 44 años y cuenta con la cualificación de gran reportero, y de quien sus compañeros destacan que fue detenido por cumplir con su trabajo de periodista.

Este incidente se produce cuando acaba de ser liberada la británica Yvonne Ridley, detenida la semana pasada en suelo afgano y enviada el lunes a Pakistán. Ridley, que trabaja para el Sunday Express, fue arrestada antes de la ofensiva estadounidense, cuando Pakistán aún estaba en condiciones de presionar a los afganos.

La organización Reporteros sin Fronteras expresó inmediatamente su preocupación por la detención de Peyrard: 'No puede reprocharse a los periodistas que se disfracen', dijo su secretario general, Robert Ménard. 'Si no lo hicieran, no podrían entrar en Afganistán. Los reporteros tienen que hacer su trabajo por todos los medios; si no, habrían de limitarse a la versión oficial'.

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