Una mano para lo que haga falta
MIREN GUTIÉRREZ | Nueva York
Enormes helicópteros de carga de dos hélices sobrevuelan la zona. La luz de las linternas ilumina las carpas. En el frío de la tarde, decenas de personas, algunas militares en traje de faena, forman una cadena humana para cargar bidones de agua en una furgoneta.