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Reportaje:Arrayán Psicólogos | INICIATIVAS

Diván para todo

Tres granadinas se asocian para ofrecer un servicio integral en psicología

Pequeñas dosis de imaginación pueden hacer navegar a una empresa, por muy grande que sea la marejada de la competencia. Así, al menos, se lo plantearon tres compañeras de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada que decidieron abrir un gabinete. Psicólogos y gabinetes de psicólogos hay por todas partes; empresas también, pensaron. Pero muy pocas que ofrezcan servicios múltiples, integrales, y que abarquen un buen número ámbitos, como el psicosocial, el jurídico o el clínico. Fue cuando proyectaron su iniciativa, el gabinete Arrayán Psicólogos. La idea dio resultado.

Karima El-Harchi, Concepción Cuéllar y Pilar Jiménez son tres mujeres independientes que decidieron apostar por su propio trabajo y la fórmula del auto-empleo. Después de estudiar juntas en la Universidad de Granada, emprendieron caminos diferentes y cada una de ellas se especializó en un campo distinto. La casualidad hizo que volvieran a reencontrarse un tiempo después.

Pusieron en común sus experiencias y descubrieron que éstas podían complementarse en un proyecto unitario, que sus actividades individuales podían ser el germen de una empresa. 'Se nos ocurrió que Arrayán podría ser un gabinete que prestara sus servicios en diferentes ámbitos', explica Karima El-Harchi, marroquí residente en España desde hace años.

Esos ámbitos iban desde las consultas puramente clínicas a la participación en proyectos sin ánimo de lucro de intervención en la infancia o malos tratos a mujeres. 'Cada una de nosotras tiene un recorrido profesional distinto, y eso nos sirvió de mucho, tanto para intercambiar experiencias como para abarcar proyectos nuevos', añade El-Hachir.

Arrayán Psicólogos lleva cuatro años funcionando. Una subdivisión de grupo presta asesoramiento a la Junta de Andalucía para evaluar a posibles solicitantes de adopción dentro de un convenio de asistencia social. Pero el grueso de la empresa se concentra en ofrecer el mayor tipo de servicios a sociedades y clientes particulares. 'De hecho, lo que realmente somos', añade El-Harchi, 'es una empresa de gestión de servicios en psicología, una empresa integral'.

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Su iniciativa se basaba en el auto-empleo, en buscarse ellas mismas la vida, sin necesidad de opositar para una institución pública o peregrinar por gabinetes psicológicos de renombre. 'Los dos primeros años fueron duros', recuerda Concepción Cuéllar. 'Pero ya vivíamos de la renta profesional que había adquirido cada una y no resultó difícil'. 'Lo complicado', agrega, 'hubiera sido partir de cero al salir de la facultad. Montar una empresa desde cero hubiera sido ir a la quiebra. Como ya habíamos adquirido experiencia cada una por su parte, la cosa empezó a ir pronto sobre ruedas'

El gabinete cuenta ya con una fuente estable de trabajo, una cartera de clientes y beneficios. 'Eso nos permite reforzar aspectos como el jurídico, o en invertir en la formación y en la promoción', apostilla Karima El-Hachir.

¿Y con la oferta de psicólogos en todas partes, puede alguien hacerse un hueco? 'Si alguien enfoca su carrera desde el punto de vista tradicional', contesta Cuéllar, 'es decir, esperando a que los clientes llamen a tu puerta, es muy difícil. Pero si buscas campos diferentes de actuación, sí'. De ese modo, El-Hachir se especializó en psicología clínica y en menores, Concepción Cuéllar en psicología clínica, y Pilar Jiménez en psicología jurídica y en mujeres. 'Cada una lleva su área, y eso nos permite más movilidad'.

Su aventura no ha estado exenta de anécdotas. Debido a sus conocimientos profesionales, por ejemplo, Karima El-Hachir, educada en la tradición musulmana, ha actuado sin embargo como perito en asuntos de nulidad matrimonial católica. 'Pero es que lo que buscaban de mí no era una experta religiosa, sino una psicóloga que pudiera certificar inmadurez de los contrayentes a la hora de casarse', explica bromeando. Aunque eso da una medida de que se toman su proyecto muy en serio.

Independencia y solidaridad

La independencia y la imaginación fueron lo primero que pusieron en marcha las tres antiguas compañeras de facultad, la idea de un proyecto del que ellas fueran sus propias responsables y que pudiera aprovecharse de todos los resquicios que dejan abiertos normalmente los gabinetes ya establecidos. Además de la actividad normal de un gabinete, asuntos como los malos tratos a mujeres y niños son también de los principales motivos de preocupación de Arrayán Psicólogos, y en los que actúan sin ánimo de lucro, al margen de la actividad profesional. ¿Y han tenido problemas por ser mujeres? Ellas no lo creen. 'Nunca se sabe', responden Cuéllar y El-Hachir al mismo tiempo. 'Para tratar a los niños, siempre hay más confianza con las mujeres', señalan. 'En asuntos jurídicos, no hemos notado nada'. No han percibido recelos. 'Aunque tampoco sabemos si tendríamos un trato diferente si en el gabinete participaran hombres'. Lo que sí tienen muy seguro es que la fórmula que han empleado es 'vale la pena'.

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