Grau exige a los ganaderos que no oculten los casos de peste porcina

El consejero de Agricultura de la Generalitat, Josep Grau, lanzó ayer una reprimenda a los ganaderos y les pidió más responsabilidad y colaboración para poder luchar con mayor efectividad contra la peste porcina clásica (PPC). Grau instó a los productores de cerdos a avisar a los veterinarios oficiales cuando tengan la más mínima sospecha de tener animales enfermos.

Grau calificó de 'muy grave' que su departamento haya tenido que expedientar a un ganadero de Bellmunt d'Urgell (Noguera) por la supuesta ocultación de la enfermedad en su granja, en la que ayer fueron sacrificados 386 cerdo...

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El consejero de Agricultura de la Generalitat, Josep Grau, lanzó ayer una reprimenda a los ganaderos y les pidió más responsabilidad y colaboración para poder luchar con mayor efectividad contra la peste porcina clásica (PPC). Grau instó a los productores de cerdos a avisar a los veterinarios oficiales cuando tengan la más mínima sospecha de tener animales enfermos.

Grau calificó de 'muy grave' que su departamento haya tenido que expedientar a un ganadero de Bellmunt d'Urgell (Noguera) por la supuesta ocultación de la enfermedad en su granja, en la que ayer fueron sacrificados 386 cerdos (96 madres reproductoras y 290 lechones), después de que los primeros análisis confirmaran que los animales tenían la peste.

El Laboratorio Estatal de Referencia de Madrid ratificó ayer los resultados positivos, de modo que la Generalitat declararó oficialmente el nuevo foco, que será el decimoséptimo, y ordenó el sacrificio de unos 1.000 cerdos de explotaciones situadas a un kilómetro a la redonda de este nuevo foco.

Esta granja de Bellmunt d'Urgell se halla a unos dos kilómetros del foco declarado hace dos semanas en Penelles y es una de las 17 procedencias de los 509 lechones que fueron sacrificados el pasado lunes en Torrefera i Florejacs (Segarra) de forma preventiva, aunque los análisis posteriores descartaron que estuvieran enfermos. El consejero explicó que el granjero hacía 10 días que había detectado los síntomas de la epidemia, pero no avisó a nadie. 'Convivir ese tiempo con la enfermedad significa que el virus se propaga'.

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