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COYUNTURA INTERNACIONAL

Bruselas multa con 36.405 millones a ocho firmas de la industria del acero

La Comisión Europea decidió ayer actuar ayer contra los principales productores mundiales de electrodos de grafito para fundiciones de acero y les impuso una multa por valor de 218,8 millones de euros (36.405 millones de pesetas), la segunda más alta de la historia de la Unión Europea. Bruselas considera que ocho empresas establecieron un cartel que les permitía repartirse el mercado y fijar unos precios de venta muy superiores a los que regirían en un mercado competitivo.

La investigación de los servicios de la Competencia de la UE se inició en 1997. La información recabada durante cuatro años muestra que los ocho principales productores de este tipo de electrodos para hornos eléctricos en el sector siderúrgico pactaron en secreto entre 1992 y 1998 unos acuerdos para eludir la competencia. Las compañías afectadas por la decisión de ayer son las alemanas SGL Carbon (que tendrá que pagar una multa de 80,2 millones de euros) y VAW Aluminium (11,6 millones), las norteamericanas UCAR International (50,4 millones) y The Carbide Graphite Group (10,3 millones), y las japonesas Tokai Carbon (24,5 millones), Showa Denko (17,4 millones), SEC Corporation (12,2 millones) y Nippon Carbon (12,2 millones).

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La multa total sólo es superada por los 273 millones de sanción impuesta por Bruselas en 1998 al cartel de la TACA formado por varias compañías dedicadas al transporte marítimo.

El electrodo de grafito es un elemento clave en el proceso de producción de acero porque es el que permite fundir la chatarra en los hornos eléctricos de arco, denominados 'miniacerías eléctricas'. Como informó ayer la Comisión Europea, gracias al cartel las compañías beneficiadas 'llevaron los precios a un nivel sensiblemente superior al que hubiera existido si las compañías hubieran competido entre ellas'. Durante esos seis años, los precios aumentaron un 50%.

Los servicios de la Competencia de la UE calculan que el mercado afectado en Europa por estas prácticas oligopolísticas fue de 420 millones de euros en 1998. La iniciativa para crear este cartel la tuvo la empresa alemana SGL Carbon, que maneja dos tercios del mercado europeo. 'Las empresas sabían muy bien que con estos acuerdos para aumentar los precios de forma concertada estaban infringiendo la legislación', dijo una fuente comunitaria ayer.

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