Lavapiés, cementerio de coches abandonados

El PSOE y los residentes critican la 'desidia' de la Policía Municipal para retirar 50 vehículos

Los vecinos del barrio de Lavapiés y los de Embajadores aseguran que en la zona se acumulan los vehículos abandonados desde hace más de 10 años, pero que desde hace seis meses el asunto ha degenerado hasta límites 'denigrantes'. Desde que alguien deja su coche abandonado en una de las calles de la zona hasta que el vehículo empieza a deteriorarse y, tras ser despojado de las ruedas y otras piezas susceptibles de reventa, se convierte en refugio de indigentes, apenas pasan dos meses. Los vehículos se quedan totalmente destrozados y desmontados, convertidos en verdaderos focos de basura y sucied...

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Los vecinos del barrio de Lavapiés y los de Embajadores aseguran que en la zona se acumulan los vehículos abandonados desde hace más de 10 años, pero que desde hace seis meses el asunto ha degenerado hasta límites 'denigrantes'. Desde que alguien deja su coche abandonado en una de las calles de la zona hasta que el vehículo empieza a deteriorarse y, tras ser despojado de las ruedas y otras piezas susceptibles de reventa, se convierte en refugio de indigentes, apenas pasan dos meses. Los vehículos se quedan totalmente destrozados y desmontados, convertidos en verdaderos focos de basura y suciedad. Y eso a pesar de las numerosas denuncias que los vecinos han puesto a la Policía Municipal. Según los residentes, las autoridades 'hacen bastante poco' para retirar los vehículos.

Klaus Stenger es alemán y lleva viviendo 20 años en la capital, diez de ellos en el barrio de Embajadores. Stenger ha enviado cartas para quejarse de la situación del barrio al Gobierno regional, al alcalde y a la Junta Municipal del distrito Centro. Además, asegura que ha llamado más de 200 veces al 010, el teléfono que el Ayuntamiento pone a disposición de los ciudadanos, para pedir que retiren los coches. Pero no hay manera. 'Antes peleabas un poco, te escuchaban y los quitaban, pero ya no hacen ni caso', lamenta Stenger. Este vecino afirma que algunos coches llevan meses con una pegatina verde que pone la Policía Municipal a los vehículos abandonados y que significa que tienen que ser retirados inmediatamente, pero la grúa no se los lleva.

En la calle de Santa Isabel, justo enfrente de un centro médico, hay aparcado un coche al que le faltan algunas piezas; entre ellas, las ruedas y los faros. Está lleno de polvo. Las ventanas, que tienen los cristales rotos, están semitapadas por unas toallas viejas y de colores chillones. Dentro, una persona duerme a pierna suelta en el asiento de atrás, entre restos de comida, envases de leche y ropa.

Modelos de todo tipo En la calle del Doctor Fourquet hay también varios ejemplos de la 'desidia' municipal que denuncian tanto los vecinos como el PSOE. Los coches, con los mendigos durmiendo dentro, son frecuentes a lo largo de la calle. Hay modelos para todos los gustos: Seat o Ford muy antiguos, o BMW con matrícula reciente, pero destrozados. También hay vehículos de estas características en la calle de Zurita y en la de Argumosa, o en la del Hospital. 'El Ayuntamiento tiene tal dejación con este asunto que la mayoría de los vecinos están resignados con el panorama y ya no saben qué hacer', denuncia Silvia Escobar, edil socialista en la Junta de Centro. 'Las dificultades técnicas que pueda tener el municipio para retirar los vehículos no son excusa', continúa la concejal. Y añade: 'Está claro que los temas que al Ayuntamiento le parecen pequeños no le importan en absoluto. Parece que sólo le importan los túneles. Pero son problemas cotidianos que importan mucho a los ciudadanos del barrio y que hay que cuidar'.

Los vecinos aseguran que, durante las obras que está realizando en el barrio la compañía Madritel para instalar los cables de fibra óptica, la empresa se limita a cambiar el coche de sitio unos metros, pero no lo retira de forma definitiva. 'Si Madritel quisiese quitar los vehículos abandonados del todo tendría que pagar la grúa para que viniese a llevárselos, así que, lógicamente, no le interesa', afirma Stenger.

Además de los indigentes que duermen dentro de los coches abandonados hay algunos que utilizan colchones para descansar en la cercana plaza del Centro de Arte Reina Sofía. En las esquinas de la plaza, cubierta por los cartones, plásticos y papeles que han dejado los indigentes que han pasado allí la noche, el hedor de las meadas es notable. Al fondo de este paisaje urbano suben y bajan los ascensores de cristal del centro artístico que alberga el Guernica, de Pablo Picasso. Este barrio, para muchos vecinos, ha sido siempre, y sigue siendo, 'el más sucio y degradado' de Madrid.

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Uno de los coches abandonados y despojados de las ruedas en la calle de Santa Isabel.ULY MARTÍN

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