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Villalobos deja en evidencia al Gobierno en la crisis del orujo

La ministra tardó tres semanas en conocer los análisis oficiales

La ministra de Sanidad y Consumo, Celia Villalobos, rompió ayer tres días de silencio y explicó por primera vez los motivos que la llevaron el martes pasado a ordenar la retirada del aceite de orujo en toda España. Sus explicaciones dejaron en evidencia la grave descoordinación del Gobierno (los análisis que han desatado la alarma tardaron tres semanas en llegar a manos de la ministra) e incurrieron en contradicciones con el Ministerio de Agricultura, que durante la crisis dio unos valores más bajos de benzopireno (el cancerígeno detectado en este aceite).

La crisis del aceite de orujo ha erosionado la confianza del Ejecutivo de Aznar en Villalobos. Aunque el presidente, según fuentes cercanas a La Moncloa, ha decidido respaldarla una vez más, las quejas de sus compañeros del Consejo de Ministros se han disparado. Le reprochan su silencio de tres días, pese a la gravedad que adquiría la crisis. También le recriminan que no consultase con Aznar ni con el área económica las repercusiones de la medida. Esta falta de coordinación quedó patente en las explicaciones que ofreció ayer Villalobos. Aseguró la ministra que los análisis de 11 muestras del aceite de orujo que habían precipitado su decisión habían sido realizados por Agricultura y mostraban valores de benzopireno (una sustancia cancerígena a largo plazo) que alcanzaban las 89 partes por millardo, mucho más que lo reconocido durante esta semana por el propio departamento de Arias Cañete. Pese a la importancia de estos resultados, Villalobos señaló, además, que le llegaron el mismo día que ordenó la inmovilización. Sin embargo, Agricultura ha señalado que le envió los análisis a mediados de junio. Villalobos intentó alejar los fantasmas de una intoxicación masiva por benzopireno e insistió en que decretó la inmovilización pese a considerar que no había peligro inmediato para la salud pública. La Ley General de Sanidad establece que esta medida sólo se puede adoptar en caso de riesgo 'inminente y extraordinario'.

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