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Crítica:Última jornada de Liga | FÚTBOL
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El Zaragoza y el Celta alcanzan sus metas

El Zaragoza despidió la campaña entre sudores, muy amenazado por el descenso, pero capaz de hallar un empate que también iluminó al Celta, de nuevo en la Copa de la UEFA. Las urgencias de última hora, aunque de signo contrario, concedieron al encuentro más dramatismo que juego.

La cita tuvo una apariencia dinámica, pero sólo eso, puesto que los generosos trajines entre área y área no disimularon una sucesión de embarulladas definiciones, cuando las hubo. Si el empate podía servir a ambos, el Zaragoza y el Celta escogieron ganar, por si acaso, salvo Esnáider, que prefirió autoexpulsarse tontamente. Recibido como una figura salvadora, el argentino se despidió de sus compañeros entre abucheos, al cuarto de hora del arranque del encuentro más importante. El caso es que, sin él, su equipo no perdió presencia, pero sí un delantero, justo lo que más necesitaba. Tanto, casi, como el conjunto de Víctor Fernández.

ZARAGOZA 1| CELTA 1

Zaragoza: Láinez, Pablo, Aguado, Rebosio, Sundgren; José Ignacio, Acuña; Juanele (Garitano, m. 75), Jamelli (Yordi, m. 83), Vellisca, Esnáider. Celta: Cavallero; Coira, Berizzo, Djorovic, Juanfran; Jayo, Giovanella (Doriva, m. 76); Edú (Karpin, m. 60), Mostovoi, Jesuli; y Catanha (Benni, m. 65). Goles: 0-1. M. 52. Edú pica el balón ante la salida de Láinez y Catanha marca a puerta vacía. 1-1. M. 59. Jamelli recoge un pase en fuera de juego en la frontal del área y marca. Árbitro: Pérez Burrull. Expulsó a Esnáider (m. 16), con roja directa, y amonestó a Pablo. Lleno en La Romareda.

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Reconvertido en punta de ataque, a Jamelli le sobraron demasiados metros para inquietar a nadie, mientras que Catanha permaneció tan cerca del área rival como desconectado de sus compañeros... hasta que Edú cerró con un gran pase la primera jugada de ataque digna de ese nombre. El gol y las noticias de Son Moix congelaron la voluntad del Zaragoza, que recurrió a un error arbitral para empatar. Después, nadie halló nada que objetar al empate.

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